Un total de 400.000 personas sufren en España trastornos alimenticios, una pesadilla para quien lo padece pero también para sus familias. El 75% de las personas que padecen este tipo de enfermedades son muy jóvenes, tienen entre 12 y 24 años. La mayoría sufren anorexia y bulimia.
Para curarse necesitan un tratamiento integral con médicos, psicólogos y nutricionistas, pero hay pocas unidades tan especializadas. Muchas veces la única alternativa son centros privados que de media cuestan entre 2.000 y 9.000 euros al mes.
La hija de Patricia sufre anorexia nerviosa y, al no poder pagar estas cantidades de dinero, está siendo tratada a 250 km de su casa. La mujer denuncia que los medios en Andalucía no son suficientes y que hacen falta "unidades especializadas en trastornos de la conducta alimentaria" ya que no hay ninguna en toda la comunidad.
"'Mamá, ¿por qué ya no puedo llorar ni reír?'... Me pide que, por favor, la deje morir, que ella no quiere seguir viviendo así... Yo le digo: 'Cariño, ¡Jamás voy a dejar que te apagues! ¡Te prometo que volverás a vivir!'", escribe la madre en una petición en Change.org.
Aleixandra sufre anorexia desde los 13 años, ahora va a cumplir 21. Su madre cuenta que "todos estos años las opciones de tratamiento han sido consultas ambulatorias, esporádicas, en salud mental, primero en unidades infanto-juveniles y, posteriormente, en unidades de salud mental de adultos".
"Sólo y, exclusivamente, ante mi insistencia, se le ingresaba en el hospital, cuando estaba muy grave. Son batallas continuas para que la atiendan; la otra opción es dejarla morir en casa, lentamente. No solo tienes que lidiar con la grave enfermedad de tu hija sino que además tienes que estar continuamente batallando con el propio sistema sanitario que debe proteger nuestra salud y nuestra vida", denuncia.
Patricia cuenta que se ha tenido que "endeudar para intentar ayudar" a su hija, acudiendo a especialistas privados, porque "la Sanidad Pública no garantizaba ningún tratamiento real".