Cáncer
Los tatuajes, alisadores de cabello, o bebidas muy calientes... en el ojo del huracán por su relación con el cáncer
Hay estudios recientes que sugieren que los tatuajes, los alisadores de cabello, e incluso el té caliente, podrían ser un problema.

Publicidad
Las cifras de cáncer en España son claras. En 2025, en España se registrarán 296.103 nuevos casos, un 3,3% más que en 2024, según establece la Sociedad Española de Oncología Médica. Lo cierto es que existen ciertas prácticas que podemos tener asociadas a nuestro día a día como normales y que se han asociado con el desarrollo de cáncer, según 'The Washington Post'.
Los tatuajes
Según el Pew Research Center, casi un tercio de los estadounidenses tiene un tatuaje, y el 22 % tiene más de uno. Las mujeres y las personas menores de 50 años serían más propensas a tatuarse que otras personas.
En un análisis de unas 5600 personas en Suecia, según el citado medio, aquellos que padecían linfoma tenían un 21% más de probabilidades de haberse hecho un tatuaje en el pasado que quienes no lo padecían. Por su parte, el tamaño y el color del tatuaje no parecieron influir.
Un estudio danés con gemelos también habría localizado una asociación entre los tatuajes y el linfoma, así como entre los tatuajes y el cáncer de piel, posiblemente porque la tinta del tatuaje podría dificultar la detección de cánceres más pequeños.
Es preciso tener en cuenta que se trata de estudios que abarcan a un número reducido de personas, y que no demuestran que los tatuajes comprendan un problema. Según el citado medio, científicos necesitan confirmar los resultados en estudios más amplios y con un seguimiento más prolongado de las personas que se han tatuado.
Bebidas muy calientes
En el estudio, también se hizo un seguimiento de más de 450.000 personas durante unos nueve años, y 1.731 desarrollaron cáncer de esófago. Aquellos que bebían té muy caliente y consumían al menos una bebida alcohólica al día tenían cinco veces más riesgo de cáncer de esófago, mientras que quienes bebían té muy caliente y fumaban tenían el doble de riesgo.
La teoría es que beber té hirviendo podría llegar a dañar las células del esófago cuando el té se consume varias veces al día durante años. Hay dos estudios del Reino Unido que abundan en el tema. Uno de ellos, halló casi el doble de tasas de cáncer de esófago en personas que bebían de 4 a 6 tazas de café o té caliente al día. Por otro lado, otro estudio descubrió que beber té reducía el riesgo de muerte por cáncer y enfermedades cardiovasculares o respiratorias, lo que podría indicar que el problema es la temperatura, y no las hojas del té.
Alisadores y tintes químicos
Los alisadores y tintes químicos para el cabello también entran en juego, pues pueden contener formaldehído o sustancias químicas, como los ftalatos, que se han asociado con cánceres sensibles a las hormonas, como el cáncer de mama y el de ovario.
Un estudio de 2020 con más de 46 000 mujeres reveló que el uso de tintes permanentes para el cabello se asociaba con un mayor riesgo de cáncer de mama, mientras que el uso frecuente de alisadores se ha vinculado con un mayor riesgo de cáncer de mama y de ovario.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com
Publicidad