Un niño de ocho años de Reino Unido ha salvado la vida de su madre gracias a su rápida reacción. La mujer sufrió un ataque y el pequeño, que iba sentado de copiloto, agarró con el volante y consiguió mantener el coche dentro del carril, para finalmente desviarlo hacia un lateral de la carretera.

El pequeño notó que algo iba mal cuando el vehículo comenzó a raspar a lo largo de la mediana. Ben cogió el volante y logró cruzar el automóvil dos carriles hacia el lateral de la carretera.

Otros conductores notaron que algo iba mal y un conductor de furgoneta se paró delante para intentar ayudar, fue quien llamó a una ambulancia. Ben puso las luces de advertencia de peligro y Lauren, su madre, fue trasladada al hospital donde la practicaron una serie de pruebas.

"Después de sufrir el ataque, los siguientes dos o tres minutos de pensamiento rápido de Ben salvaron nuestras vidas. Nunca antes había tenido un ataque, así que Ben no tenía idea de qué esperar. Tan pronto como se dio cuenta de que no respondía y el coche estaba conduciendo erráticamente y rápido, supo que tenía que actuar rápido", relata la madre al diario británico Metro.

Lauren ya se ha recuperado de la convulsión que, según ella, duró entre cinco y diez minutos. Fue llevada al hospital y fue dada de alta después de las pruebas.

"Mi hijo es mi héroe y merece reconocimiento por su valentía y rapidez de pensamiento", asegura la orgullosa madre.