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EN IDOMENI
Una madre refugiada se ve obligada a bañar a su recién nacido en un charco de barro
La situación tan extrema a la que se enfrentan miles de refugiados en Idomeni, deja historias como la de Sulaf. Una madre que se ve obligada a bañar a su bebé recién nacido en un charco de barro, a las puertas de la tienda de campaña. No es un caso aislado. Las condiciones meteorológicas de los últimos días son tan adversas, que han disparado las enfermedades. Además, el viento impide que los refugiados puedan encender el fuego para calentarse.
La historia de Sulaf, una madre refugiada que se ve obligada a bañar a su hija en un charco de barro, es una de las miles de historias que se esconden en escasos metros de campo europeo de Idomeni. Allí, miles de refugiados acampan, esperando poder cruzar la frontera con Macedonia y comenzar una nueva vida.
Según informa el Daily Mail, la pequeña se llama Bayan y nació en suelo europeo hace apenas 20 días. La situación a la que se enfrenta cada día es tan extrema, que la madre se ve obligada a bañar a su bebé en un charco de barro, justo a la entrada de la tienda de campaña donde Sulaf vive desde hace días con su marido y sus otros cuatro hijos.
Bayan es un nombre más de los cientos de niños que sobreviven en condiciones inhumanas en Idomeni. En los últimos días, más de 70 niños del campo han sido hospitalizados por fiebre, diarrea y otras enfermedades.
El mal tiempo ha empeorado la situación y las lluvias torrenciales impiden que los miles de refugiados que se encuentran atrapados en sus tiendas de campaña, puedan encender fuego para entrar en calor.
Además de Sulaf, muchas son las mujeres que dan a luz en zonas próximas a Idomeni, o que se encuentran en un estado avanzado de gestación.
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