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"Yo no le pido a Rajoy que sea simpático, le pido que acierte", ha dicho José María Aznar a lo largo de una conversación en la que se han pronunciado las palabras "deslealtaz" y "enfado" para poner sobre la mesa cuál es su relación con el actual equipo de Gobierno. La entrevista que el pasado mes de mayo concedió a Gloria Lomana en Antena 3 en la que afirmaba que cumpliría "con mi responsabilidad, mi conciencia, mi partido y mi país", sigue cobrando importancia cinco meses después ya que los rumores sobre posibles "resquemores" con el Ejecutivo siguen existiendo.

Aznar ha reiterado hoy que "existe la necesidad de una reforma fiscal en España" y la justifica diciendo que durante su etapa como Presidente se bajaron dos veces "y los resultados fueron buenos". El político ha calificado como "muy positiva" la reforma laboral y como "muy importante" la reforma financiera, pero advierte "el sector publico queda pendiente, tenemos unos problemas de endeudamiento y con el déficit" que hay que solucionar apostilló para determinar que "el Gobierno hace lo que puede".

"El 11-M el Gobierno dio toda la información que tenía"

El político sigue manteniendo que durante sus dos legislaturas como Presidente existía "la historia de una gran ambición, que convertía a España en una de las grandes democracias del mundo" y ataca veladamente a Rodríguez Zapatero: "Luego vinieron otros por otros derroteros". Además matiza, "no hubo milagros, hubo decisiones políticas que dieron resultados". Además ha matizado que "las grandes cosas no las hacen mequetrefes".

Esta vez sí ha negado sus rumoreadas aspiraciones políticas y le ha dicho a Susanna Griso: "Yo estoy fuera del combate político, no aspiro a volver a ser ministro, ni Presidente del Gobierno".

Sobre el 11-M
Capítulo seguido, otro gran bloque de la entrevista ha sido el terrorismo el expresidente sigue teniendo el dolor clavado por lo ocurrido aquel 11 de marzo, día tragico en la historia de España en la que casi 200 personas fallecieron a causa de un trágico atentado.

Sin variar un ápice su discurso, Aznar mantiene que "el Gobierno dio toda la información que tenía" y acusa que hasta sufrió manipulaciones. No admite el expresidente una mala estrategia de comunicación, a la que muchos achacaron la posterior derrota electoral. José María incide en que a los ciudadanos se les dijo que "no se les estaba contando todo" pero corrige con énfasis "se les estaba contando todo lo que sabíamos". Pese a las varias preguntas que se le formularon sobre la autoría de Al Qaeda, Aznar ha evitado señalar un grupo terrorista concreto y ha reiterado que "en la mediodía del sábado el director del CNI me dijo que se barajan todas las hipótesis".

"Las grandes cosas no las hacen los mequetrefes"

Todas las vivencias de estos trágicos días que despidieron su etapa en la Moncloa las relata en su nuevo libro 'El Compromiso del Poder' aunque él no es víctima del terrorismo "las comprendo, las amparo y las respaldo". Después de esta afirmación no ha querido responder quiénes son los que no las comprenden.

Con la distancia que da el tiempo, el político citando al escritor Chesterton ha explicado que él puede contarle a sus nietos sus ocho años de legislatura y dice que lo hace con "una razonable tranquilidad y orgullo" y añade "con la satisfacción de que les interesa".

Cataluña ha pasado más desapercibida, aunque Aznar ha querido dejar claro que se siente tranquilo cuando escucha decir a Rajoy que "la unidad de España no es negociable".

También de perfil ha pasado el caso Bárcenas, sobre el que ha señalado que "no sabe como terminará" y el recuerdo de la boda de su hija sobre la que explicó "como padre quería lo mejor para mi hija" y dejó claro que muchos de los que ahora se relacionan con corrupción "no eran invitados míos".

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