Cambio climático
Los mayores de 65 años se adaptarán a las olas de calor
Una investigación llevada a cabo por la Unidad de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) concluye que la población española mayor de 65 años ha demostrado capacidad de adaptarse al calor entre 1983 y 2018 en 31 de las 48 provincias analizadas (un 62%). El estudio ha hallado heterogeneidad entre territorios, lo que demuestra que la vulnerabilidad a las altas temperaturas es variable
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Aunque la capacidad de adaptación de nuestros mayores depende de características geográficas, climáticas y socioeconómicas, por lo general reaccionan muy bien ante las últimas horas de calor. Un equipo del Instituto de Salud Carlos III ha concluído que este grupo poblacional muestra capacidad de adaptarse a las altas temperaturas (olas de calor) durante los 35 años que analiza el estudio, aunque se observan diferencias geográficas.
La investigación aborda la capacidad de adaptación al calor, algo poco analizado hasta el momento. En él se cuantifica la mortalidad asociada a las altas temperaturas y centrándose en uno de los grupos poblacionales más afectados por la evolución de las temperaturas extremas, los mayores de 65 años. La evolución del calentamiento global y la frecuencia cada vez más acusada de olas de calor y temperaturas elevadas está provocando que, además de buscar la mitigación de las causas de estas alteraciones climáticas, sea necesario incidir en la capacidad de adaptación a ellas.
Los investigadores se han basado en el análisis de la evolución de un indicador denominado Temperatura Mínima de Mortalidad (TMM), que relaciona la temperatura máxima diaria y la mortalidad diaria para conocer el nivel de adaptación de una población al incremento de temperatura registrado. Según los resultados del estudio, el nivel de adaptación de la población mayor de 65 años en España al calor es de media 0,11 grados celsius por década; es decir, hay una adaptación global positiva, con la mayoría de provincias por encima de 0, pero también hay varios territorios con números negativos que no habrían alcanzado ese nivel de adaptación.
Menos vulnerables
Miguel Ángel Navas, autor principal del trabajo, explica que aunque la población española mayor de 65 años demostró capacidad de adaptarse al calor en la mayoría de provincias analizadas (31 de 48, un 62% del total), el estudio ha hallado heterogeneidad entre las distintas provincias, “lo que pone de manifiesto que la vulnerabilidad a las altas temperaturas es variable, y que la capacidad de adaptación está influida por diversas cuestiones, como las características geográficas, climáticas y socioeconómicas de cada zona”, ha comentado.
Los autores apuntan la necesidad de analizar más en profundidad la relación entre el impacto del aumento global de temperaturas, la mortalidad y la capacidad de las personas de adaptarse a estos cambios. También señalan que el trabajo tiene ciertas limitaciones; ya que se trata de un tipo de estudio denominado ecológico, los resultados no pueden interpretarse a nivel individual, sólo poblacional. Abogan por continuar estos estudios para alcanzar mayor profundidad en estas conclusiones, es lo que se prentende dejando una puerta abierta a más estudios.
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