Vórtice polar

Calentamiento estratosférico repentino: así afectará al tiempo

Se avecina un calentamiento estratosférico repentino que podría colapsar el vórtice polar y afectar al tiempo de finales de febrero y principios de primavera.

Imagen de archivo de un vórtice polar

Imagen de archivo de un vórtice polar y cómo afecta al tiempoNASA

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En los últimos meses, se ha escrito mucho sobre elvórtice polar, su posible roturay cómo este fenómeno puede afectar al tiempo (o la meteorología) debido a que están muy relacionados, sobre todo en las estaciones más frías del año. La noticia ahora es que se está desarrollando un nuevo y más fuerte calentamiento en la estratosfera, un evento llamado calentamiento estratosférico súbito, que con mucha probabilidad afectará a la circulación polar. Como resultado, se pronostica que desplazará el vórtice polar y potencialmente cambiará los patrones meteorológicos en las próximas semanas, con un impacto muy alto en ellos.

Qué es un vórtice polar

El vórtice polar es un término que describe la amplia circulación invernal sobre los hemisferios. La parte superior del vórtice polar es más circular y simétrica, ya que gira a mayor altura sobre el suelo, con menos obstáculos en su flujo. La parte inferior, por su parte, es mucho más irregular y principalmente desordenada por la influencia del terreno y de los fuertes sistemas de presión que actúan como obstáculos.

En este sentido, tal y como recoge la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), un vórtice polar fuerte suele significar una fuerte circulación polar, lo que bloquea el aire más frío en el círculo polar ártico, creando condiciones más suaves para la mayor parte de Estados Unidos y Europa. Sin embargo, si es débil, crea un patrón de corriente en chorro débil. Por ello, un evento de calentamiento estratosférico súbito (SSW, por sus siglas en inglés) puede cambiar las reglas del juego, ya que puede provocar que un vórtice polar fuerte cambie a débil en poco tiempo.

El tiempo y el vórtice polar en las próximas semanas

El vórtice polar se encuentra actualmente en un tamaño reducido, ya que los sistemas de altas presiones estratosféricas lo están comprimiendo. Sin embargo, si se analiza la proyección, se puede concluir que con una probabilidad muy alta se avecina una importante perturbación en su parte estratosférica.

Observando la estratosfera, se prevé que aparezca una zona de calentamiento muy fuerte sobre Siberia, envolviendo las capas exteriores del vórtice polar. La anomalía de temperatura también muestra las fuertes y anormalmente altas temperaturas que rodean al vórtice, debilitándolo aún más.

En consecuencia, dentro de una semana, se espera que la estratosfera sirva el plato principal, un verdadero evento de calentamiento estratosférico súbito (SSW). Para que esto ocurra se debe dar una inversión de la circulación estratosférica de oeste a este, lo cual puede ocurrir según la última previsión del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF, por sus siglas en inglés). El golpe más fuerte se producirá en torno a finales de la semana que viene (el 17 de febrero).

Efectos del calentamiento estratosférico súbito

Los efectos meteorológicos propiamente dichos podrían llegar varios días después. Para ello, tendrían que filtrarse desde los niveles altos de la estratosfera hasta los niveles inferiores, donde se encuentra nuestro clima. Las anomalías, por su parte, empezarían a descender lentamente a finales de mes, pero de momento no se pueden hacer previsiones meteorológicas concretas para esos días más allá de emplear previsiones de conjunto de rango ampliado.

El patrón de temperaturas resultante en ese caso incluiría una anomalía fría en el norte de Estados Unidos, que se extendería hacia el este y el noreste. Europa, por su parte, mostraría una señal fría más débil, ya que la anomalía de baja presión se prevé más al oeste. Esto significa que en las partes centrales del continente predominarían los flujos del sur y del oeste (más cálidos). En las islas británicas y el norte de Europa se observarían anomalías más frías.

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