Jürgen Fitschen y Anshu Jain, los dos copresidentes del Deutsche Bank, anunciaron su dimisión de la mayor entidad bancaria de Alemania, que nombró como sustituto a John Cryan. Jain dejará su cargo el próximo 30 de junio, Fitschen después de la junta de accionistas en mayo de 2016, comunicó en Fráncfort la entidad bancaria.
Cryan, de 54 años, ejecutivo del banco suizo UBS entre 2008 y 2011, asumirá la copresidencia del Deutsche Bank el próximo 1 de julio y tras la salida de Fitschen, asumirá el mando en solitario. El futuro presidente de la entidad bancaria es desde 2013 miembro del Consejo de Vigilancia del Deutsche Bank, preside el Comité de Auditoría y forma parte del Comité de Riesgos. Cryan abandonará su mandato en el Consejo de Vigilancia tan pronto como asuma el cargo de copresidente de la entidad.
Por otra parte, el Consejo de Vigilancia había pedido a Jain que continuara hasta enero de 2016 como asesor del banco, en tanto que a Fitschen se le había encomendado garantizar la transición, para lo cual permanecerá al frente de la entidad -junto a Cryan- hasta la junta de accionistas del 19 de mayo de 2016.
La decisión fue tomada durante una sesión extraordinaria del Consejo de Supervisión. Jain y Fitschen, cuyos contratos expiraban a finales de marzo de 2017, decidieron por iniciativa propia renunciar a su cargo, asegura la entidad. El presidente del Consejo de Supervisión, Paul Achleitner, dio las gracias a Jain y Fitschen y subrayó que "su decisión de abandonar el cargo antes de lo previsto demuestra de forma generosa su postura de anteponer los intereses del banco a los suyos propios".
Después del diseño de una nueva estrategia -que contempla sobre todo una reducción de la banca minorista y desprenderse de buena parte de la participación de la entidad bancaria en el Postbank- "para el banco y para mí establecer una nueva dirección es en estos momentos la decisión correcta", declaró Jain. "Nuestro futuro depende de lo bien que implementemos nuestra estrategia, convenzamos a nuestros clientes y reduzcamos la complejidad", señaló Cryan, por su parte.
El Deutsche Bank afronta el escándalo por la manipulación de tipos de interés de referencia, por fraude fiscal al evadir la declaración del IVA en la negociación de certificados de derechos de emisión de CO2, demandas en EEUU por algunos créditos hipotecarios y el proceso jurídico contra los herederos del exmagnate de medios de comunicación Leo Kirch. En la junta general de accionistas del mes pasado, tanto Jain como Fitschen defendieron la nueva estrategia del Deutsche Bank, aunque éste último reconoció que la entidad todavía no había alcanzado los objetivos marcados
. "Todavía no estamos en la meta, la transformación continúa. No les proporcionamos las rentabilidades que esperan y que se merecen", dijo entonces Fitschen ante los accionistas, aunque puntualizó que los pasados tres años no habían sido "un tiempo perdido". Ambos copresidentes expresaron además su convencimiento de ir "por el buen camino". No obstante, muchos accionistas se oponen a la nueva estrategia y expresaron sus dudas de que la cúpula directiva formada por Jain y Fitschen fuera a ser capaz de sacar al banco adelante. "Muchos accionistas tienen que asumir las consecuencias de los juegos de casino de nuestros banqueros de inversión en el pasado", resumió en mayo el sentir general la Asociación Alemana de Protección de Accionistas (DSW).