El secreto de la transformación física de Carlos Alcaraz

Ha merecido la pena madrugar hoy para ver a Carlos Alcaraz en acción. Con sólo 18 años ha puesto contra las cuerdas al número 7 del mundo, Berrettini. Se quedó con la miel en los labios, pero aquí hay tenista y grande.

Y cada vez está más fuerte, porque la camiseta sin mangas que ha lucido en el Open de Australia evidencia su gran cambio físico. Cada vez menos niño, el murciano ha ganado músculo y se le nota.

"Puede hacer perfectamente tres horas y media de físico al día"

Llegó a nuestras vidas siendo un adolescente espigado con un látigo en el brazo derecho: "Cuando empezamos a trabajar con él estaba en 68 kilos", ha explicado a Antena 3 Deportes el preparador físico del murciano, Alberto Lledó.

De esa imagen a la nueva que ha mostrado en el Open de Australia apenas han pasado tres años: "Estamos en más de 60 kilos de masa muscular y en casi 80 kilos de peso".

Y eso se nota hasta en su perfil de redes sociales: salta a la vista la diferencia. Alcaraz lo ha dado todo en el trabajo físico: "Puede hacer perfectamente tres horas y media de físico al día".

Lo necesario para llenar el depósito de gasolina para afrontar una temporada de 40 semanas. Y, sobre todo, para adaptarse a las exigencias del tenis moderno: "Poco a poco vamos a ver a tenistas más altos, más fuertes, que se mueven mejor". Y en esto también, Alcaraz es un alumno aventajado: "No va a ser de los más altos, pero sí de los más fuertes y rápidos".

Detalles por pulir

Lo ha demostrado en Australia, a pesar de haber caído ante el séptimo cabeza de serie: "Aún podemos mejorar bastantes cosas. En movilidad hay detallitos que podemos pulir".

Tiene todo el futuro por delante, porque a pesar de su nueva corpulencia, este joven murciano de El Palmar apenas tiene 18 años.