El Parque de la Naturaleza de Cabárceno desarrollará un programa de reproducción de tigre blanco. Esta semana se han presentado dos crías de esta especie -macho y hembra- que acaban de incorporarse al parque cántabro procedentes del Touroparc (Francia) y el zoo de Lisboa.
Pi, el macho, y Caya, la hembra, cuentan con año y medio de edad y actualmente pesan 80 kilos, aunque llegarán a alcanzar los 250 kilos. Ambos llegan a Cantabria dentro del programa de intercambio que lleva a cabo la Asociación Europea de Zoos y Acuarios, EAZA, para la recuperación de especies en peligro de extinción.
Los dos ejemplares compartirán espacio con los tigres de bengala que ya viven en el parque cántabro. Se trata de un recinto de 33.500 metros cuadrados, el más grande de Europa para tigres, al que tendrán que "ir adaptándose poco a poco y aprender a convivir entre ambas subespecies", ha señalado Miguel Celada, veterinario del parque.
Celada ha asegurado que los técnicos del parque comenzarán a "trabajar desde ya para que la adaptación sea lo más rápida posible" y ha explicado que habrá que esperar hasta que los animales tengan tres años para iniciar el programa de reproducción. "Con tres años serán adultos y el objetivo es contar con una camada de entre uno y seis tigres blancos lo más pronto posible", ha señalado.
La llegada de esta nueve especie responde al interés del Gobierno de Cantabria y de la empresa pública Cantur de dinamizar el Parque de la Naturaleza de Cabárceno y dotar al mismo de nuevos atractivos, al tiempo que la instalación desarrolla su faceta científica y de salvaguarda de especies en peligro de extinción.
La puesta en marcha del programa de reproducción de tigre blanco en Cabárceno supone "otro paso cualitativo" en la faceta científica de la instalación, ya que "existen muy pocos ejemplares de este especie en el mundo", ha subrayado Celada.
El tigre blanco cuenta con una esperanza de vida media de 20 años. Posee unas características genéticas muy singulares debido a que presentan unos genes recesivos que les hacen eliminar casi la totalidad de la coloración naranja de su pelo, aunque mantiene el negro o gris de las rayas características de los tigres y sus penetrantes ojos de color azul hielo.