El diestro José María Manzanares recibe con el capote a uno de sus toros

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FERIA DE CASTELLÓN 2015 | 13 DE MARZO

Puerta Grande de Manzanares, a hombros con Padilla

El diestro alicantino José María Manzanares ha firmado una gran faena al sexto toro del festejo de Castellón, al que ha acabado cortando las dos orejas para abrir así la Puerta Grande, un honor compartido con Juan José Padilla, que ha pasado un apéndice de cada toro de su lote.

La emoción del primer festejo de figuras de La Magdalena de Castellón ha tenido nombre y apellidos: José María Manzanares El alicantino ha hecho su primer paseíllo de una temporada especial y muy emotiva para él, pues es la primera en la que le va a faltar la persona más importante en su carrera, su padre, el gran José María Manzanares, fallecido de manera repentina hace ahora cuatro meses, y al que el hijo le ha tributado "in memoriam" una sinfonía de toreo grande.

Una obra majestuosa, acontecida en el último toro de la función, con el que Manzanares ha bordado el toreo por el sentimiento que ha puesto de principio a fin, por el temple y la plástica con la que ha ejecutado cada pase. Simplemente genial. Los cambios de mano, auténticas pinturas. Las tandas de muletazos, hilvanadas con una suavidad, una naturalidad y un gusto exquisito. Con el astado ya en las últimas, Manzanares ha seguido "emborrachándose" también en las cercanías a base de circulares y otros alardes.

La estocada, de efecto fulminante, ha sido corolario ideal para una labor premiada con dos orejas. En su primero, en cambio, el alicantino se ha estrellado de bruces con toro falto de todo, con el que no le ha quedado otra que abreviar.

El toro que ha abierto plaza, de notable condición por su movilidad y su duración, ha permitido a Juan José Padilla llevar a cabo una faena basada en la entrega y, sobre todo, en el efectismo de su toreo para llegar a los tendidos, que disfrutaron de lo lindo con su repertorio de capote, su variedad en banderillas y los rodillazos, desplantes y otros alardes en el tercio de muleta.

Vibrante actuación de Padilla, que, tras una efectiva estocada, ha logrado cortar la primera oreja de la función. Frente al cuarto ha redondeado el triunfo el jerezano, y eso que el astado no ha sido tan franco como el anterior; pero la faena, otra vez argumentada sobre los mimbres de la alegría y la conexión con la gente, ha contado con pasajes también interesantes, lo que le ha permitido pasear otro apéndice para abrir la Puerta Grande.

Morante de la Puebla ha dibujado preciosos lances a la verónica frente a su primero, un toro abanto de salida y sin empuje en el último tercio, con el que el de la Puebla del Río ha dejado también notables apuntes en la muleta, aún sin llegar a lograr armar faena propiamente dicha. La ovación final, premio al esfuerzo y al toreo caro que, por momentos, ha plasmado en el ruedo castellonense.

Algo similar ha logrado Morante con el quinto de la tarde, un "cuvillo" de destartaladas e informales acometidas, al que ha buscado las vueltas insistentemente para justificarse en otra labor de maravillosos detalles sueltos, y reconocida finalmente con otra ovación unánime por parte de los tendidos.

FICHA DEL FESTEJO:

Juan José Padilla:oreja y oreja.

José Antonio Morante de la Puebla: ovación y ovación.

José María Manzanares: silencio y dos orejas.

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