Terremoto en Nepal

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UN AÑO DESPUÉS DEL TERREMOTO

Los niños de Nepal vuelven a la escuela en aulas provisionales

Más de 1,6 millones de niños comienzan el nuevo curso académico en las áreas mñas afectadas, un año después del terremoto en Nepal. Unicef ha declarado que las labores de reconstrucción han avanzado mucho, pero que todavía queda mucho por hacer para poder volver a la normalidad. La ong, ha añadido que hay que "aprender de este desastre para que Nepal consiga estar mejor preparado en caso de futuros desastres".

Un año después de que se produjera el devastador terremoto en Nepal, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) informa de que 1,6 millones de niños comienzan el nuevo curso académico en las áreas afectadas.

Las labores de recuperación y reconstrucción están avanzando, pero aún queda mucho por hacer para asegurar la vuelta a la normalidad de estos niños.

"El devastador terremoto del pasado año destruyó o dañó gravemente unas 35.000 aulas. Tras ello, se han llevado a cabo una gran cantidad de labores para tratar de que los niños vuelvan al colegio lo antes posible y minimizar la alteración de su educación y la exposición a riesgos como la desatención, la explotación o la violencia", ha señalado el representante de UNICEF en Nepal, Tomoo Hozumi.

"Gracias a estos esfuerzos se han reabierto las escuelas en los barrios afectados con aulas provisionales. Ahora debemos redoblar nuestros esfuerzos para asegurar que los niños puedan estudiar en clases seguras y estables tan pronto como sea posible", ha concluido.

El terremoto de 2015 causó grandes daños para la economía de Nepal, con pérdidas equivalentes al 36% de su producto interior bruto (PIB).

Después de un año, aún faltan muchas necesidades por cubrir para los niños y las familias de los distritos afectados.

Según la agencia de la ONU, si esta situación continúa prolongándose no sólo afectará a la educación de los niños, sino también a su salud, nutrición, protección y desarrollo general, advierte UNICEF.

De las 188.900 personas que fueron temporalmente desplazadas tras el terremoto, alrededor del 85% han dejado los campamentos de desplazados, mientras que el resto, 26.272 personas, aún permanecen allí.

La construcción de edificios definitivos para los residentes de las aproximadamente 700.000 casas destruidas ha comenzado recientemente y deberá acelerarse en los próximos meses, defiende UNICEF.

Mientras tanto, los niños y sus familias continúan viviendo en albergues provisionales próximos a sus hogares destruidos.

Tras el terremoto, UNICEF también ha colaborado con el Gobierno y otros socios y ha ayudado a identificar y registrar a 39.337 niños que se encontraban solos, separados de sus familias y en situación de vulnerabilidad. Entre ellos, se ha proporcionado apoyo de urgencia a 13.317 que lo requerían.

En los doce meses posteriores al seísmo, UNICEF ha colaborado en la instalación de 1.793 centros temporales de educación. La organización ha proporcionado educación a 881.000 niños y ha preparado a 8.125 profesores para proporcionar apoyo psicosocial e información vital a los niños necesitados.

En los distritos afectados por el terremoto, UNICEF ha vacunado contra la polio y la rubéola a 537.081 niños menores de cinco años. Además, ha proporcionado acceso a albergues temporales a 11.333 mujeres embarazadas o a aquellas que han parido recientemente, donde pueden alojarse mientras reciben los servicios y cuidados necesarios.

También han examinado a 373.546 niños de entre seis y 59 meses para evaluar su estado nutricional.

Por otro lado, UNICEF ha conseguido dotar a 1.314.920 personas con suministros de agua y ha proporcionado kits de higiene a 890.589 personas.

Entre las labores efectuadas tras el terremoto, el organismo de Naciones Unidas ha llevado a cabo transferencias de dinero en efectivo de 30 euros por persona a aproximadamente 435.000 familias, catalogadas como las más vulnerables, en los 19 distritos más afectados por el seísmo.

UNICEF continuará trabajando junto con el Gobierno y la sociedad civil no solo para ayudar a los niños afectados por la desnutrición, sino para tomar lecciones y aprender de este desastre y que Nepal consiga estar mejor preparado en caso de futuros desastres", ha concluido.

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