Don Anselmo viene a confirmar su partida y a intentar que Francisca recapacite sobre su “secreto”, lamentablemente, la Montenegro es un hueso duro de roer.
Pepa confía en que Zamalloa volverá de Santa Marta con los datos para resolver el caso sin saber la desastrosa sorpresa que el detective ha encontrado al llegar.
Ni rastro de Lucio… Una chica nueva sustituye temporalmente a Mariana, que necesita descansar. Lo que están ocultando los hermanos es el asesinato de Lucio, y es que Alfonso tuvo que actuar al ver a sus hermanos en peligro de muerte. Juan hace con los implicados un pacto de silencio. Él es el único responsable de lo ocurrido.
Gregoria se ofrece a preparar con Manuel la medicina, mientras Paquito intuye que pasa algo raro.
Pepa empieza a sentir miedo de vivir con Olmo. Él está obsesionado con Pepa y reconoce que la partera despierta sus instintos más feroces. Tristán viene a asegurarse de que Pepa está bien. Ha tenido una corazonada. Pepa se queda dormida y Olmo ve una ocasión de oro para acabar con ella.