Soledad se entera de que Olmo ha retirado su asignación al convento. Soledad recrimina a Olmo su actitud con las monjas y éste aprovecha para reiterarle su amor eterno. Olmo pide a Pedro que sirva de “notario” para preparar una donación al convento.
Soledad no aprecia los gestos de Olmo y sigue queriendo que el mundo entero la deje en paz.
Todo apunta a que Raimundo es mucho más rico de lo que ha querido parecer a su regreso. Todo surge a raíz de un recorte del periódico que cae en manos de Alfonso y que habla del imperio del caucho de los Ulloa.
María finge para que Gonzalo no sospeche que esta vez se encuentra realmente enferma. María cada vez está peor y Gonzalo concede las primeras “altas”. Gonzalo aprecia por fin los síntomas de la gripe en María, que ya no puede seguir disimulando.