Fulgencio defiende su actuación con Aurora y su linaje a pesar de que Conrado está a punto de matarlo. Conmoción general en el regreso de Aurora en un estado lamentable al Jaral, está destrozada, y hasta el cura se derrumba en su presencia; es sólo la carcasa de Aurora lo que queda.
Ante el pasmo de don Anselmo, María va a confesarse; le cuenta en confesión el motivo de su traslado a la Casona. A su vuelta, Tristán trata de estrechar lazos con María y está a punto de descubrir una de sus triquiñuelas.
Mientras Hipólito se va a organizar los villancicos infantiles, Quintina se queda con Santiaguito.
Conmoción de Amalia que se cuela en los pasadizos de Francisca y descubre que Inés está encerrada en los subterráneos de la Casona.