Adela siempre fue una niña independiente. Hija única y pese a su innata independencia siempre ha estado muy unida a su madre, quizás, porque cuando ella era muy pequeña, su padre las abandonó y no han vuelto a saber de él desde entonces.
Adela trabaja como recepcionista en un hotel e imparte clases de alemán para españoles colaborando con una agencia que se dedica a asesorar y ayudar a emigrantes españoles.