Sara quiere hacer de Jimena toda una señorita mientras que el periodista Adolfo Castillo sigue con sus investigaciones sobre la muerte de los padres de Jimena. Sospecha que Mendoza puede estar detrás del incendio, por orden directa de Leonor Velasco.
Álvaro queda complacido al leer un artículo firmado por Adolfo en que se alaba la figura del Montoro como empresario, lo que provoca el enfado de Sara, que arremete con furia contra el periodista. Además, Sara Reeves sufre un desmayo.
Lupe se disculpa ante Álvaro por haber sospechado de él cuando la intentaron violar. Le cuenta que el agresor fue Mendoza. Álvaro quiere vengarse pero Lupe le frena, contándole que Mendoza ya ha recibido su merecido.