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EMOTIVO MOMENTO

Las lágrimas de Inés Madrigal, primer 'bebé robado' tras conocer a su familia biológica: "Soy un calco de mi madre"

Inés Madrigal, la primera niña robada que consiguió sentar en el banquillo al doctor Vela, ha conocido por fin a su familia biológica tras 32 años esperando este momento.

No lo ha tenido fácil. Su ADN llevaba años en una base de datos española sin presentar coincidencias, así como el de uno de sus hermanos biológicos. Finalmente un laboratorio de ADN americano ha sido el que ha encontrado las coincidencias entre su ADN y uno de sus hermanos.

Sus hermanos también la buscaban. Su madre biológica les contó a sus hijos que había dado a luz a un bebé que dio en adopción y no sabía nada de él. Desconocía incluso el sexo del recién nacido. Ese bebé era Inés Madrigal, que ha compartido su alegría con 'Espejo Público' después de haber encontrado a su familia biológica.

Inés Madrigal, primera bebé robada, afronta con seguridad el recurso: "Es una noticia maravillosa porque es la primera sentencia a nivel europeo que reconoce el robo"

El laboratorio americano que obró el milagro le mandó una carta revelando la coincidencia con un primo segundo que ha sido el que le ha abierto el camino para conocer a sus cuatro hermanos. Isabel tiene tres hermanos por parte de madre pero no ha logrado el sueño de conocer a su madre, ya que falleció en 2013.

Cuenta que después de 32 años de búsqueda vivió con mucha emoción saber que había encontrado a su familia. "Me di cuenta de que había terminado la búsqueda, los había encontrado y por fin sabía quién era. Estaba dispuesta a aceptar cualquier cosa en el tema de la relación con ellos", señala. Sus tres hermanos le recibieron con los brazos abiertos.

Cuenta que tiene un gran parecido físico con el más joven y es "un calco" de su madre biológica. Sus hermanos la habían visto en televisión y , dado ese parecido con uno de ellos, el más pequeño dijo cuando la vio: "La tengo, la he encontrado".

Cuenta que su madre biológica estaba dispuesta a darla en adopción pero no a que la regalaran "como a un perrito" y le falsificaran la identidad. Agradece la generosidad de su madre adoptiva, Inés Perez, que con 90 años se sometió a un careo con el doctor Vela con el riesgo de que la imputaran. "Ella lo hacía para que no me quedara sola y tuviera una familia más", recuerda emocionada.

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