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NÚMERO DE SERIE

'American Crime': desgarro televisivo en estado puro

Entre la primera a la segunda temporada de 'American Crime' hay un abismo de calidad y pero sobre todo, de intensidad y desgarro dramático. La segunda entrega de la antología, creada por John Ridley, se ha adentrado de lleno en las entrañas de los tabús y complejos de la sociedad americana. El resultado han sido diez capítulos que dejan al espectador devastado, con la sensación de haber presenciado un relato plagado de la más cruda realidad.

American Crime

ABC Segunda temporada de 'American Crime'

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En la primera temporada hubo visos, pero no ha sido hasta la segunda cuando ‘American Crime’ ha dado su espaldarazo definitivo. A lo largo de los diez capítulos se han lanzado tramas que hasta ahora eran impensables para una network, sobre todo lo referente a la violación de un joven homosexual, tema central de la segunda temporada en la que no han faltado otros temas secundarios igual de incómodos: la lucha racial con independencia del estatus económico, los riesgos de la privacidad en internet, el clasismo de la educación privada o los conflictos entre la comunidad negra y la hispana.

La serie no ha escatimado a la hora de lanzar dardos envenenados al espectador, al que le cuesta digerir tanta tragedia en tan poco tiempo. En ‘American Crime’ nadie es feliz y lo más devastador de todo, nadie encuentra la calma en ningún momento de la serie. En este sentido, el final de la temporada no es esperanzador, sino todo lo contrario: nadie acaba donde quiere y todos los personajes están perdidos y sin saber dónde acabarán su trayectoria vital.

Lo más original de esta segunda temporada ha sido focalizarlo en un tema tan original en la ficción televisiva: la violación de un estudiante, en este caso varón y homosexual. Este atrevimiento ha sido un acierto absoluto y produce una reacción inmediata del espectador, que asiste a una trama inédita hasta el momento. Además, el protagonista del ataque (Taylor), tiene preferencias sexuales agresivas lo que retuerce mucho más la delicada situación que detona toda la serie.

En paralelo, ‘American Crime’ siembra numerosos temas que son a la vez las grandes asignaturas pendientes de los Estados Unidos: conflicto racial, las peleas entre las propias minorías, el clasismo educativo, la hipocresía de la clase media alta, la vulneración de la intimidad en internet… Un mosaico que ha tenido una excelente cristalización en unos actores espléndidos, especialmente Felicity Huffman, Regina King, Timothy Hutton y Lily Taylor. Todos ellos han estado de diez.

La primera temporada fue aceptable, con más errores que aciertos. Sin embargo, la segunda temporada de ‘American Crime’ ha demostrado que la serie merece clamorosamente renovar por una segunda temporada. Los datos de audiencia no acompañan, pero es más que evidente que es una serie con difícil encaje en una network, con un público acostumbrado a series de digestión fácil y no a la crudeza de ‘American Crime’, una serie que se ha ganado a pulso tener una tercera temporada.

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