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LA MUJER DEL PROGRAMADOR

El día que Ignatius Farray era 'el eslabón perdido' de la evolución

Ignatius Farray se ha convertido en uno de los cómicos más respetados del panorama español. Este cómico canario es capaz de servir en un espectáculo un grito sordo, una chupada de pezones y una ración de insultos a Juan Echanove. Y sin despeinarse.

Ignatius Farray es 'El eslabón perdido'

Ignatius Farray es 'El eslabón perdido'Neox

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Allá por 2002 comenzó a enamorarse de la comedia en Londres, hasta entonces solo había parodiado a Faemino y Cansado y posteriormente se estrenaría sobre las tablas de Paramount Comedy, hoy Comedy Central, en programas como 'Nuevos cómicos', 'La hora chanante' o 'Noche sin tregua'.

Aquellos programas renovaron la comedia española e Ignatius, fan de Richard Pryor y Louis CK, comenzó a difundir su palabra: la commedia, con dos emes, le había salvado la vida y su interés era filosofar sobre los temas más profundos para la gente capaz de mirar una estética underground.

Ignatius comenzó a convertirse en cómico de cómicos y empezó a arrastrar por los clubs a una legión de incondicionales. Y se lo merecía: nadie era capaz de jugarse el tobillo en cada balón dividido como él.

'El eslabón perdido'

Ignatius Farray fue una de las estrellas de 'Involución', concurso de Neox que presentaron Flipy y Berta Collado. El canario interpretó a 'El eslabón perdido' y dio lustre a un espacio cuya estrella era Darwin, chimpancé que sabía jugar contra los famosos al "piedra, papel o tijera".

Aquel proyecto no reventó audímetros, cierto es, pero Ignatius fue consolidándose y poco a poco encontraría su propio espacio con una serie alternativa, 'El fin de la comedia', un espacio que le daba voz 'La vida moderna', y un late-show que le permitía ser una estrella del rock, 'La resistencia'.

La adaptación eterna

Farray desveló en Jot Down que le persigue una sensación de insatisfacción crónica: "Mi sensación, de verdad, nunca es de que he tenido que adaptarme. Siempre he hecho lo que he podido. Realmente nunca estoy especialmente contento de lo que hago".

"Intento hacerlo lo mejor que puedo, pero no estoy contento de lo que sale. Ojalá un día pasen los años y lo vea así. Te lo juro, no te lo digo por ir de guay. Ojalá algún día me salga bien y diga: joder, estoy orgulloso, esto salió guay", explica.

Este cómico, dotado de unos reflejos inauditos en el stand-up español, nunca parece feliz: "Muchos días sales decepcionado pensando que esto podría haber salido mucho mejor. Y de repente notas que a la gente le ha gustado, y eso es un apoyo. Piensas: al menos hubo algo que a la gente le llamó la atención o le pudo gustar. Pero la sensación día tras día es que no me sale bien".

Larga vida

Ignatius ha hecho tele, 'Involución' entre otros; ha trabajado a las órdenes de Alex de la Iglesia en 'Mi gran noche'; ha protagonizado spots de marcas escasamente conocidas; ha reventado auditorios con el truco que hace con su variz en 'La vida moderna, live show'; y ha probado en sus carnes los límites del humor, tema manido y realidad dramática. Este showman se siente respetado, eterno sueño del payaso, y ahora prepara varios proyectos para 2020. Suerte y al toro.

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