CONSEJOS PARA EDUCAR
Qué pueden aprender los niños de la frustración en Navidad
La frustración es básica en el proceso de aprendizaje de un niño. Como padres, tenemos el deber de trabajar con ellos este valor. ¿Por qué no hacerlo en la época navideña? Andrés París, coach educativo y pedagogo, nos habló de ello en el I Encuentro #ConectaConTuHijo, organizado por Guiainfantil.com ¿Quieres saber todo lo que nos contó?
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Parece que últimamente la Navidad se centra en todo lo que tiene que ver con lo material, pero la Navidad es algo más que regalos. Se trata de un momento perfecto para hablar y trabajar las emociones.
Deberíamos intentar que, a lo largo del año, a nuestros hijos no les faltasen, por un lado, regalos materiales pero, por el otro, también emocionales, es decir, muchos abrazos, muchas sonrisas, muchos aplausos, muchos cariños.
¿Por qué tenemos miedo a que nuestros hijos se frustren?
A los padres nos da miedo que nuestros hijos se frustren, y nos da terror o pánico porque no sabemos que la frustración les da aprendizaje. Cuando una persona se frustra, puede hacer dos cosas: o dejarlo como está o buscar esas herramientas que le ayuden a enfrentarse a esa situación en la que he fallado.
Por todo esto, como padres, debemos ponerles escenarios a nuestros hijos para que se frustren y vayan creciendo como personas. Pero ojo, nunca debemos crearles altas expectativas porque, entonces no se frustran, se decepcionan, y seguidamente vienen las rabietas. Por ejemplo, si les hacemos creer que tendrán diez regalos por Navidad y al final solo tienen cinco, se enfadarán (¡y con razón!) con nosotros, porque les hicimos creer algo que no iba a ser.
Aprovechemos la Navidad para que aprendan y descubran qué es la frustración, pero sin que se produzca la decepción.
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