Ahí van unas cuantas ideas
Adiós curso escolar: cómo sobrevivir al verano con los niños en casa
A la hora de planificar un verano con los niños en casa, sin cole, con mucho tiempo libre mientras tú sigues trabajando, es fundamental planificar actividades, juegos y momentos sin hacer nada.
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Y también, una red familiar y de amigos con piscina o casa fuera de la ciudad, momentos de relax y estrés compartido que al menos te servirán para coger aire y que la mente descanse un poco.
El calor es malo para todos, y no tener nada que hacer, ninguna obligación, puede ser muy positivo, pero también estresante. Por eso tener plan A, B, C, D, E… será clave. Empezando por el final del curso.
Los primeros días son un poco caos, quieren hacer de todo y están hasta nerviosos de estar en casa y poder disfrutar de sus películas, libros, juegos… dales tiempo, a todo el mundo le gusta perder un rato el tiempo viendo la televisión, dibujos, o nada… simplemente cambiando de canal. También tienen derecho, ¿no?
Si has organizado un maratón de actividades de verano, ten paciencia, seguir madrugando para ir a los cursos de natación de la piscina municipal, o el campamento urbano puede ser agotador. Nuevos amigos, nuevas rutinas, nuevas actividades, nuevos profesores… también necesitan adaptación, y aunque tú sigas con tu ritmo, los niños necesitan otro. Y, sobre todo, necesitan disfrutar de no hacer nada en muchos momentos.
Sí, debes dejar que se aburran. Puedes hacerte con una caja de pinturas y un cuaderno grande para que pinten, es una opción que dejándola cerca la utilizarán seguro. Puedes sacar libros tuyos, y dejarlos por ahí, que los vean. Puedes incluso sacar ropa que no sepas qué hacer y que sean ellos los que decidan si la tiras o la guardas (y les puede servir para disfrazarse). Incluso, álbumes de fotos que siguen sin estar colocados necesitan orden. O un repaso para recordar. En casa tenemos un arsenal de posibilidades que ni siquiera nos damos cuenta, pero a los niños les encantará. Tardarán más, sí. Tal vez ensucien un poco, bueno. Pero están entretenidos.
Hacer tareas con las manos fomenta su creatividad, imaginación, potencia los sentidos. Acude a un vivero, compra tierra, una maceta, semillas, flores o plantas, y actualiza la terraza o el jardín. Es una tarea que les puede encantar: descubrir bichos, sentir la tierra, ver cómo evoluciona su planta, regar todos los días.
Y es que potenciar la creatividad a través de ideas es algo que se ha estudiado hasta en la NASA, tal y como afirma el científico George Land, quien en varias pruebas con niños de 1 a 5 años descubrió que el 98% eran genios de la imaginación. Con la edad, lamentablemente, los niños iban perdiendo la creatividad. A los 10 años, sólo quedaba un 30% de niños creativos y cerca de los 15 años, sólo el 12% había demostrado dosis de creatividad.
Por ello, fomentar el pensamiento divergente es tan importante. Puedes por ejemplo, comprar papel para embalar y pegarlo por las paredes, pensando en una decoración nueva, puede ser el secreto de que tus hijos se conviertan en pequeños artistas. Por eso dejarles cerca, sin obligar ni poner horarios, un teclado, instrumentos musicales, puede hacer que les interese aprender más.
Es bueno acudir por las noches a ver estrellas aunque sea al final de tu calle. Los fines de semana en que puedas escaparte con ellos son tan buenos descubrir espacios libres, bien acudir a un albergue, bien a una casa rural, y pasear, recoger hojas, pegarlas en un papel, mirar los animales que rodean un río, escuchar por las noches los grillos…
Se nos olvida que ellos a lo mejor no saben cómo es, cómo suenan, o qué hay ahí fuera. Y nosotros vamos tan rápido que no lo escuchamos ya.
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