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El método definitivo para ahorrar en la factura de la luz al utilizar la nevera

Siguiendo ciertas pautas, podremos disminuir el consumo de energía del frigorífico sin apenas darnos cuenta. Los asesores de Milar nos dan consejos para ahorrar.

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El ahorro energético es fundamental desde el punto de vista de la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente, pero también desde la perspectiva económica. Si procuramos reducir nuestro consumo, lograremos abaratar la factura de la luz de forma significativa.

Cada vez más consumidores se fijan en la eficiencia energética de los electrodomésticos antes de hacer una compra. Los fabricantes lo saben, y por eso dedican recursos y esfuerzos de innovación a mejorar este apartado de sus productos.

Pero no sólo se trata de disponer de electrodomésticos eficientes: el uso que nosotros hagamos de ellos también influirá enormemente en el consumo, y por tanto en el coste de la factura de la luz.

Si hay un electrodoméstico en el que la eficiencia energética es esencial, ese es el frigorífico. A diferencia de la lavadora o el horno, la nevera se mantiene encendida continuamente, incluso por las noches.

Cocina con frigorífico InstaView de LG
Cocina con frigorífico InstaView de LG | Cortesía de Milar

Sin embargo, más allá de comprar un frigorífico eficiente, es posible disminuir el consumo día a día sin apenas darnos cuenta si seguimos una serie de pautas. Los asesores de Milar nos revelan el método definitivo para ahorrar luz con nuestro frigorífico:

La clave: evita abrir la puerta todo el rato

Para conseguir ahorrar, el primer paso consiste en comprender cómo funciona un frigorífico. Cuando establecemos la temperatura a la que queremos que se mantengan los alimentos, lo que estamos haciendo realmente es definir una determinada temperatura ambiente en el interior del electrodoméstico.

Si el espacio de almacenamiento se encuentra a una temperatura superior, el frigorífico tendrá que trabajar más para alcanzar los grados centígrados que hayamos marcado como objetivo. Por el contrario, si se alcanza esa temperatura, se mantendrá relativamente estable sin apenas esfuerzo energético.

¿Cuándo aumenta la temperatura del interior del frigorífico? Cuando abrimos la puerta. Cuanto más tiempo permanece sin cerrar, más le costará recuperar la temperatura que hayamos definido como idónea. Este sobreesfuerzo energético es responsable de un porcentaje nada desdeñable del consumo, y por tanto debemos minimizar la cantidad de veces que abrimos la puerta, así como el tiempo que permanece abierta.

Mujer abriendo la nevera
Mujer abriendo la nevera | iStock

Ahora bien, ¿cómo podemos minimizar la apertura de puertas sin que afecte a la forma en la que conservamos los alimentos? Hay dos momentos clave: antes y después de introducir la comida en el frigorífico.

Piensa antes de meter los alimentos en el frigorífico

Antes de apresurarnos a meter un alimento en el frigorífico, debemos formularnos tres preguntas básicas:

  • ¿Está el alimento caliente? No hagamos trabajar de más al frigorífico: si acabas de cocinar y quieres guardar lo que sobra de un caldo o de un guiso, lo ideal es esperar a que alcance la temperatura ambiente antes de meterlo en la nevera. Recordemos que cualquier aumento de temperatura en el interior del frigorífico supondrá un sobreesfuerzo energético para volver a alcanzar el frío necesario para la conservación de los alimentos.
  • ¿Vamos a meter algún alimento más? Si prevemos meter más de un alimento en el frigorífico, debemos evitar tener que abrir varias veces la puerta. Por ejemplo, si llegamos de la compra, conviene separar los alimentos que se conserven en frío y aquellos que se puedan guardar a temperatura ambiente. Así no perderemos tiempo buscando qué alimentos meter en la nevera con la puerta abierta.
  • ¿Dónde los colocaremos? Metamos los alimentos por orden. Volviendo al ejemplo de la compra: si sabemos que un alimento lo consumimos menos frecuentemente, querremos colocarlo al fondo. Seamos previsores antes de abrir la puerta y ordenemos los alimentos en función del espacio que queramos utilizar, teniendo más a mano los que queramos situar al fondo para que sean los primeros que introduzcamos.

Organízate y lleva un control de los alimentos

Los hábitos de ahorro no acaban una vez hemos introducido los alimentos. Es importante llevar cierto control de la comida que hayamos conservado, de forma que evitemos tener que abrir la puerta solamente para revisar si nos falta algo o para cerciorarnos de que no hay nada en mal estado.

Aquí nos puede echar un cable la tecnología. Por ejemplo, los frigoríficos InstaView de LG cuentan con multitud de funciones que nos permiten controlar el estado de los alimentos sin necesidad de abrir la puerta para nada. Una de las innovaciones más llamativas nos permite, tan solo con darle unos leves toques a la puerta, que se vuelva transparente para poder ver el interior del electrodoméstico.

Frigorífico InstaView de LG
Frigorífico InstaView de LG | Cortesía de Milar

No sólo eso: si alguna vez te despistas y dejas entreabierta la puerta del frigorífico, la aplicación LG ThinQ ™ enviará una notificación directamente a tu teléfono para avisarte. Esta aplicación también controla de manera continua el electrodoméstico, tanto en lo referido al mantenimiento diario como al uso de energía, de forma que puedas detectar en qué momentos se producen picos de consumo para poder prevenirlos.

Siguiendo con las tecnologías que te ayudan a reducir el consumo energético abriendo menos la puerta de la nevera, podríamos mencionar también la pequeña puerta "Door in Door" de algunos frigoríficos InstaView de LG, con la que sólo abrimos una parte menor del frigorífico y reducimos la pérdida de frío en un 41%.

Si tienes dudas a la hora de comprar un frigorífico, siempre puedes consultar a los expertos. En las más de 400 tiendas Milar que encontrarás en España, podrás encontrar profesionales que estarán encantados de recomendarte los aparatos más eficientes.

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