Vete ahora a estos restaurantes. Van a conseguir una estrella Michelin y en unos días serán más caros

Hay pocas cosas que le gusten más a un español que hacer apuestas y jugar a ser adivino. Puede ser por tener entre los nuestros a videntes del calibre de Rappel o porque nos gusta opinar de todo y que nos den la razón. El caso es que este miércoles 22 se dan a conocer los restaurantes estrellados de la próxima Guía Michelin. Estas son nuestras apuestas y te recomendamos reservar ahora, antes de que la cosa se vaya de madre...

Cebo (Madrid). El restaurante del chef Aurelio Morales en el Hotel Urban va a conseguir su primera estrella y eso es algo que nadie puede negar. Su cocina elegante pero de sabores contundentes, donde hay una apuesta clara por los platos de mar y montaña, está entre las más asentadas desde Madrid. Además, desde que abrió a mediados de 2016 no ha parado de crecer. El buñuelo de calçot, la gamba roja de Palamós o el arroz con carpaccio de conejo son ya platazos clásicos.

Gresca (Barcelona). Que este restaurante de Barcelona, dirigido con mano maestra por Rafa Peña, o tenga aún su estrella es algo incomprensible. Afortunadamente, la Guía Roja podria remediarlo el próximo miércoles. Sería reconocer la maestría de un cocinero que se maneja con soltura y naturalidad con el producto de temporada. Su manera de cocinar la caza o las setas da la medida de lo bueno que es. Su pichón al jengibre es uno de esos platos inolvidables.

Punto MX (Madrid). Un hito, haberse convertido en el primer restaurante mexicano con estrella Michelin de Europa, no ha hecho que Roberto Ruiz y su equipo se acomoden. Coincidiendo con su quinto aniversario, han desterrado la carta para centrarse en una propuesta a base únicamente de menús degustación que ponen de relieve el crecimiento de este restaurante. Lenguado verde con frijoles meneaos, taco de cerdo ibérico con tomatillo verde o mole negro con pichón: argumentos más que contundentes para optar a una segunda estrella Michelin.

Orobianco (Calpe, Alicante). Semioculto en Calpe, se encuentra un restaurante italiano conducido por un estrella Michelin italiano, Enrico Croatti, en el que se hace una cocina transalpina creativa y diferente a todo lo que conocemos. Aquí no hay ningún lugar común que distraiga de una propuesta imaginativa con un carpaccio de calamar sobresaliente o un risotto con erizo de mar que hace que pongamos los ojos en blanco. Su impecable servicio de sala lo hace candidato serio a una estrella Michelin. Sería muy merecida.

Güeyu Mar (Ribadesella, Asturias). Sin duda, uno de los mejores restaurantes de España en esa especialidad que exige delicadeza y tino: los pescados a la brasa. Situado a lado de una de las playas de Ribadesella, lo que nos encontramos aquí es una propuesta casi temática en la que hay pescados como el rey, el xaragu, el bonito, el rodaballo o las sardinas. Una de esas joyas consagradas a una especialidad que bien merece una estrella Michelin como reconocimiento.

Aizian (Bilbao). Aunque ya tuvo una estrella Michelin de manera fugaz en la guía de 2015, estaría muy bien que este restaurante de Bilbao volviera a alzarse con este reconocimiento. El chef José Miguel Olazabalaga aporta su experiencia y buen hacer a una cocina vasca, refinada e imaginativa. Como muestra, un botón: los raviolis de rabo de buey, con caldo concentrado de cocido-manitas berza frita y pan de algas. No hace falta decir nada más.

Aponiente (El Puerto de Santa María, Cádiz). La Guía Roja ha asegurado que habrá un nuevo triestrellado en España y, en este sentido, nos decantamos por Aponiente. El proyecto de Ángel León no solo es arriesgado y vanguardista, sino que, además, no tiene parangón en ningún otro lugar del mundo. Sus embutidos marinos, su uso prodigioso del plancton o la luz marina comestible hacen que lo de León no sea de este mundo. La tercera estrella es suya.