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¿Cuántos días aguanta el gazpacho en la nevera antes de estropearse?

Descubre cuantos días puedes conservar esta comida veraniega en la nevera.

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Hay alimentos que se consumen especialmente en verano como el salmorejo, la horchata, el granizado o el pulpo de la gallega. Bien por su frescura o porque son platos más típicos de la temporada estival, su consumo en esta época del año aumenta de manera exponencial. Aunque hay un producto que es considerado "el rey del verano" como es el gazpacho, probablemente el más solicitado, el más cocinado y el más refrescante ante tanto calor.

Hay quienes eligen hacer el gazpacho en su propia casa a su gusto y añadiéndole los ingredientes que crean oportunos. O quienes prefieren comprarlo en el supermercado envasado en botellas para ahorrar tiempo y a su vez ganar comodidad.

La duda viene en el momento de guardarlo en el frigorífico: ¿Cuántos días aguanta en buen estado el gazpacho?

Cuánto tiempo se puede guardar el gazpacho en el frigorífico

Los envases suelen llevar consigo una fecha en la que se indica el día hasta que se puede consumir el gazpacho, aunque normalmente suele ser una aproximación, por lo que ese tiempo puede variar.

Una ventaja muy importante a tener en cuenta del gazpacho es que es un plato crudo, y solo lleva ingredientes vegetales. Esto significa que no contiene nada que pueda acelerar la descomposición de ningún alimento. Además, al guardarlo en la nevera, aún se prolonga más la conservación de los ingredientes.

Por lo tanto, lo más recomendable es que no se conserve durante más de tres o cuatro días el gazpacho en el frigorífico. Esta cantidad de tiempo suele coincidir con la indicada por los fabricantes del gazpacho envasado. Y también estos días son los que se aplican en el caso de que el producto sea casero.

Además, hay que añadir que, si los ingredientes no eran muy frescos, este tiempo es algo menor, y si los vegetales que has utilizado estaban recién recogidos de la tierra, el tiempo de conservación podrá ser mayor. Lo más importante es fijarse en el propio gazpacho, en el olor y la textura, para ver si está en buen estado.

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