Cómo tomar la fruta para que no te engorde

Las dudas que surgen a la hora de comer fruta son muy recurrentes para la mayoría de las personas, sobre todo para aquellas que buscan perder peso: ¿cuánta cantidad diaria puedo tomar? ¿Adelgazaré comiéndola? ¿O me hará engordar? Las respuestas difieren en función de cómo la tomemos y en qué momento del día. Lo más importante es saber que las frutas aportan siempre las mismas calorías se tomen cuando se tomen, y que lo que de verdad varía es la forma en la que nuestro cuerpo aprovecha y metaboliza sus nutrientes, principalmente hidratos de carbono.

¿Cuánta fruta tomar?

La Organización Mundial de la Salud y la FAOS recomiendan tomar entre dos y tres piezas de fruta al día (400 gramos), y más concretamente, aconsejan tomarlas siempre en el desayuno, a media mañana, en el almuerzo o en la merienda, para reponer energía, mantener el metabolismo activo y evitar los picos de hambre y otros picoteos más calóricos y perjudiciales.

El consumo de fruta requiere de especial atención cuando el objetivo es perder peso o adelgazar. En estos casos, algunos nutricionistas recomiendan tomar una pieza de fruta antes de la comida principal del día, ya que gracias a su aporte de fibra, esta facilita la digestión, sacia antes, disminuye el apetito y provoca que se coma menos cantidad. Otros expertos, por su parte, defienden que es mejor tomar la fruta como postre, ya que el hacerlo estaremos evitando tomar un dulce u otro postre menos saludable.

La fruta… ¿en la cena?

En lo que sí coinciden la gran parte de nutricionistas es en señalar que la noche es el momento del día más desaconsejado para tomar fruta, a pesar de que mucha gente piense que una cena a base de una macedonia de frutas es la opción más saludable para adelgazar.

La fruta contiene hidratos de carbono y azúcares simples, de digestión rápida, que si no se queman con actividad, tienden a almacenarse en forma de grasa. Por ello tomar fruta en la cena, justo antes de ir a dormir (cuando apenas quemaremos calorías) no es lo más apropiado.

En su lugar, es recomendable espaciar el consumo de fruta a lo largo de la primera parte del día y saber cuál tomar en cada momento, prestando atención a sus distintos macronutrientes. Por ejemplo, el plátano, muy rico en carbohidratos, es muy recomendable para obtener energía por la mañana o antes de realizar ejercicio. Los kiwis, con muchas vitaminas y tomados en ayunas, pueden ayudarnos a depurar toxinas y la manzana, muy rica en fibra, es muy útil para aplacar el hambre a media mañana o a media tarde. Lo mismo ocurre con la sandía, el melón o el pomelo: como son ricos en agua, son excelentes alimentos saciantes que se pueden tomar a la hora del almuerzo.

La clave para tomar fruta sin preocuparse por el peso está, como en todo, en llevar una alimentación variada y en lograr un equilibrio calórico.