La policía que investiga el homicidio de una mujer en el barrio madrileño de Ventas, presuntamente descuartizada por su hijo, ha asegurado que la escena que se encontró era "dantesca". Según relatan los agentes fue el propio detenido "el que con aparente calma franquea la entrada a los policías" al interior de la vivienda.
Durante la detención no puso resistencia aunque sí informan de que tuvieron que "convencerlo para no echar la puerta abajo". La hipótesis más probable que barajan desde la investigación es que la descuartizara e intentara comérsela durante un brote psicótico. Al parecer el joven se volvió mentalmente inestable por el consumo de drogas.
En el interior de la casa se encontraron seis tuppers de plástico con restos de su madre repartidos por toda la casa. También se han localizado bolsas con vísceras encontradas en los alrededores del edificio.
El juez ha dictaminado prisión provisional sin fianza por homicidio con el agravante de parentesco. Sobre el joven existían doce denuncias por maltrato a su madre.
Los vecinos creen que él no vivía en el domicilio de la madre ya que se le veía en un parque acompañado de un grupo de indigentes, pero parece que ella lo dejaba entrar siempre que quería.
