Drogas
Alertan del consumo de pastillas para el TDAH entre los universitarios
Algunos estudiantes universitarios consumen pastillas para el TDAH para rendir más en época de exámenes. Los expertos advierten de que tomarlos sin un diagnóstico médico puede producir efectos secundarios como ansiedad o irritabilidad.
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Llega el final de un cuatrimestre en la Universidad y con él los exámenes finales. Los estudiantes tienen que enfrentarse a la última prueba de todas las asignaturas que han cursado. En la mayoría de los grados son hasta cinco a la vez. Y aunque depende de cada carrera algunos temarios pueden llegar a ser muy extensos.
En ese contexto algunos jóvenes recurren a una especie de "dopaje" para aumentar su nivel de atención y de concentración. Consumen pastillas para el TDAH para rendir más ante sus apuntes y libros.
¿Qué es el TDAH?
El déficit de atención e hiperactividad, más conocido como TDAH, es un trastorno por el que pueden tener problemas para prestar atención, controlar conductas impulsivas, podrían actuar sin pensar en el resultado de sus acciones o pueden ser demasiado activos. Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, "aunque no tiene cura, se puede controlar eficazmente y algunos síntomas pueden mejorar" a medida que pasa el tiempo.
Realizar un estudio al paciente es clave antes de empezar a consumir estos fármacos. Sobre todo es necesario saber los antecedentes familiares y personales del paciente para descartar enfermedades cardiovasculares.
Los peligros de tomar este medicamento sin receta
Los expertos advierten de que tomarlos sin un diagnóstico médico puede producir efectos secundarios como ansiedad o irritabilidad. Pero también, en los casos más extremos, pueden llegar a producir alucinaciones. Por eso es muy importante solo utilizarlos cuando sean recetados.
Además hay que llevar un control sanitario porque en algunos casos el paciente puede perder el apetito y varios kilos. Con especial atención en aquellas personas que tienen algún antecedente en la familia que haya tenido esquizofrenia o trastorno bipolar, según los psiquiatras.
Otro ejemplo es si hay algún tipo de adicción: alcohol o drogas. En estas situaciones se convierte en una contraindicación porque puede llegar a crear una adicción, ya que su efecto es muy parecido al de las anfetaminas.
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