Mutilación genital femenina

Mutiladas y silenciadas: la lacra de millones de mujeres que aún persiste en el mundo

230 millones de mujeres han sufrido la mutilación genital femenina en el mundo. "Para que la niña se pueda casar o integrar es necesario que pase por este rito", explica Blanca Carazo, responsable de programas internacionales de UNICEF.

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Un dolor indescriptible. Donde los responsables tapan la boca de las víctimas para evitar que hagan ruido y expresen su malestar. En algunos casos ellas terminan muriendo o suicidándose. Siempre en silencio.

Miles de activistas denuncian la falta de información sobre la mutilación genital femenina, una de las formas más crueles de violencia contra la mujer y que ha aumentado un 15% en el mundo, según los datos de UNICEF.

230 millones de mujeres han sufrido la mutilación genital femenina

En algunas comunidades ni se cuestiona, se da por hecho que la niña desde bien pequeña debe enfrentarse a la MGF para ser aceptada. Es una condición para que luego puedan casarse y ser consideradas como un miembro más de la sociedad. La lacra está en auge en aquellas zonas donde ya es un rito Sin embargo, como avisa Blanca Carazo, responsable de programas internacionales de UNICEF en España, el riesgo de que vaya a más está en los países donde esta práctica no está asentada. Según un informe del Parlamento Europeo publicado en 2020, unas 180.000 niñas corren un alto riesgo de sufrirla en 13 países europeos.

Actualmente son 230 millones las mujeres que han sobrevivido a la práctica en todo el mundo, según los últimos datos de UNICEF revelados este 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer. Carazo asegura que problema va en aumento principalmente por la "presión social".

Atravesar un inmenso daño para ser aceptadas

Carazo, que ha podido conocer de primera mano la realidad del asunto en los lugares donde está más asentada la MGF, cuenta lo complicado que es erradicar la práctica. Familias que incluso se oponen a esta práctica todavía no se sienten capaces de evitar que la niña tenga que sufrir tanto daño. "Ponen en riesgo su vida y desde luego tiene serias consecuencias físicas y psicológicas", explica la responsable de programas internacionales de UNICEF.

La principal lucha es esa, lograr un cambio de percepción en las comunidades para que no siga existiendo el silencio. Pese ser desproporcionada en países como Somalia, Guinea o Yibuti - donde el 90% de las mujeres y niñas han sufrido a la práctica-, también se han notado ciertos avances. Prueba de ello son los casos de Etiopía, Burkina Faso y Kenia, estados donde el porcentaje ha bajado en más de 30 puntos -oscila el 61% en 2024-. "Siempre hay personas o entidades que no quieren que eso cambie , que consideran que sus costumbres son intocables", apunta.

Gambia quiere derogar la ley que prohíbe la MGF

Blanca Carazo señala que otro de los logros conseguidos está en cómo muchas mujeres han sufrido la práctica y posteriormente, han decidido alzar su voz. Asha Ismail es un ejemplo. Se trata de una activista que fue mutilada con tan solo cinco años. Ahora, lidera en España una ONG para luchar contra una de las formas más crueles de violencia contra la mujer en el mundo.

Pese a los logros, UNICEF revela que 4 de cada 10 supervivientes de la mutilación genital viven en entornos frágiles o de conflicto. Erradicar el problema en estos casos es todavía más complicado porque entra en juego la lucha gubernamental.

Gambia votó hace unos días a favor de un proyecto de ley que pretende despenalizarla. De aprobarse, el país africano se convertiría en el primer estado del mundo que elimine la prohibición.

Pero las restricciones en la legislación no son suficientes. Aunque esté prohibida, sigue siendo algo común. "En contextos frágiles se tiende a mantener este tipo de actitudes como más culturalmente arraigadas", explica Blanca Carazo.

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