Elecciones municipales y autonómicas
Elecciones municipales y autonómicas: ¿Cómo consiguen los ayuntamientos el dinero para cumplir sus promesas?
Con las elecciones municipales y autonómicas a la vuelta de la esquina es fácil escuchar muchas y muy diversas promesas de todos los partidos, pero ¿de dónde sale el dinero de los ayuntamientos para cumplirlas?
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El próximo 28 de mayo 8.131 ayuntamientos españoles concurren a unas elecciones en las que sus vecinos van a valorar si están satisfechos o no con el trabajo de la legislatura que ahora toca su fin. ¿Cuántas promesas incumplidas ha dejado tu alcalde? ¿Cuántas peticiones no escuchadas y cuántas otras sí se han ejecutado incluso cuando su necesidad o prioridad está en duda? Los electores tendrán en cuenta todo lo que se ha hecho y lo que no por las calles de su pueblo o ciudad.
Desde una farola puesta en una calle poco iluminada, hasta una fiesta celebrada en honor a cualquier motivo, todo, todo, todo cuesta dinero y la pregunta es obligada ¿quién paga a los ayuntamientos para cumplir sus promesas? ¿Cómo se financian nuestros pueblos?
Si sacamos la calculadora y procedemos a hacer un estudio de los ingresos de las arcas municipales se podrá comprobar que el 60% de la financiación se obtiene de los tributos propios, entendiendo por ello los que se recaudan y generan por ellos mismos. Entre todos estos impuestos hay uno que es 'el rey' y se trata del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).
El IBI es una carga que grava el valor de las propiedades en función de su clasificación catastral, es decir, urbanos, rústicos o de características especiales. Exentos de pagarlo están:
- El Estado nacional, autonómico o local, destinados a seguridad, defensa, servicios penitenciarios y educativos
- La Iglesia Católica o cultos no católicos reconocidos
- La Cruz Roja Española
- Sedes diplomáticas, terrenos destinados a líneas ferroviarias y sus instalaciones y superficies de montes poblados con especies de crecimiento lento
Se calcula que lo que cada ayuntamiento por el cobro del IBI supone dos tercios de la recaudación impositiva. Pero hay más tributos que generan beneficios a las arcas municipales como el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), del impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) y de las tasas y en esta partida incluimos los pagos que realizan por ejemplo los bares por poder tener la terraza en la calle o por un servicio que ofrezca la administración.
También se considera ingresos propios los que proceden de la explotación del patrimonio, arrendamientos de locales y edificios públicos, rendimientos financieros, donaciones, sanciones y multas y precios públicos por servicios prestados. Estos últimos no son de naturaleza tributaria sino de carácter voluntario ya que se paga por un servicio que también da el sector privado, por ejemplo el uso de una piscina municipal.
Pero, a parte de los impuestos ¿'papá Estado' no da la paga a los ayuntamientos? La respuesta es sí, las corporaciones municipales incrementan sus ingresos a través de la participación en los ingresos del Estado y de las comunidades autónomas. Pero ¿qué tiene en cuenta 'papá Estado' a la hora de dar una u otra cantidad?
Para la participación en los ingresos del Estado hay dos modelos, el que afecta a las grandes ciudades, que son las que tienen más de 75.000 habitantes, capitales de provincia y de comunidad autónoma aunque no lleguen a esa población y el que afecta al resto de municipios.
- Para grandes ciudades las transferencias del Estado suponen una participación en la recaudación del IRPF, IVA e impuestos especiales
- Para municipios con menos de 75.000 habitantes la transferencia está vinculada a su población y al esfuerzo fiscal
Esta precisamente es una de las quejas recurrentes de los ayuntamientos que quieren que se actualice este sistema por las inequidades que genera y para dar servicios de calidad que, en el caso de ayuntamientos pequeños son básicos como el suministro de agua, la recogida de basuras, caminos o la organización viaria.
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