La selección sexual de las lagartijas de turbera y, por tanto, su modelo evolutivo, sigue un modelo semejante al del juego 'Piedra, papel o tijera' (PPT), según una investigación realizada por el Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Cada morfotipo (que en los humanos se expresa a través de rasgos como el color de los ojos o el tono de la piel) emplea "distintas estrategias vitales" e, igual que en el juego infantil, "cada una de ellas gana o pierde en función de la estrategia a la que se enfrenta".
"Así, los machos blancos, que siguen la táctica 'piedra', ganan a los amarillos, que siguen la táctica 'tijera', pero pierden frente a los naranjas, con la táctica 'papel'. Como consecuencia de las estrategias genéticas, los morfotipos permanecen en la población describiendo ciclos en los que, cuando la frecuencia de uno aumenta, es enseguida reemplazado por aquel contra el que pierde", ha detallado el organismo investigador.
El MNCN-CSIC ha asegurado que es "la primera vez" que se demuestra de forma experimental la teoría de la selección sexual basada en el modelo PPT. "No existían evidencias científicas que confirmaran este modelo, aunque es una teoría aceptada para especies en las que las diferentes generaciones no comparten espacio", ha indicado.
El hallazgo ha sido publicado en la revista científica 'Proceedings of the Royal Society' y los autores del artículo explican como la dinámica descrita es válida para la 'Zootoca vivipara' (nombre científico de la lagartija de turbera) y detallan como en la misma especie pueden coexistir distintas generaciones debido a la longevidad de sus hembras, que pueden vivir hasta 13 años y de las que depende la selección sexual, frente a los 5 años que viven de media los machos.
Para llevarlo a cabo, los investigadores han analizado un total de seis poblaciones de lagartijas viviendo en condiciones "seminaturales" y han podido constatar como evolucionan de forma cíclica, y siendo capaces de predecir en qué dirección avanzará el ciclo y qué morfotipos van a sobrevivir mejor.
"Durante el primer año, la esperanza de vida de los ejemplares juveniles es del 8 por ciento de media, ya que son atacados por los machos adultos --han explicado--, pero cuando el número de adultos de un color es mayor los juveniles de ese mismo color tienen más posibilidades de sobrevivir, ya que tienen menos atacantes".
De este modo, mediante la alteración de las poblaciones, introduciendo ejemplares adultos de un morfotipo u otro, los científicos han comprobado cómo las hembras de la especie realizan la selección sexual en función de las posibilidades de supervivencia de las crías.
"Según pase el tiempo, el morfotipo preeminente acaba cambiando debido a la selección sexual y el cambio de ciclo hace que los tres morfotipos sigan dejando su carga genética", han concluido.
La investigación, en la que han participado cinco investigadores y que es fruto de la tesis doctoral del investigador Luis M. San José, permitirá, según el organismo científico continuar avanzando en esta línea en otras especies del reino animal.