Se trata de un agujero negro en la galaxia NGC 4845, a 47 millones de años luz de distancia de la Tierra. Se ha podido observar gracias al telescopio XMM-Newton del Observatorio Espacial Integral de la Agencia Espacial Europea (ESA), el Swift de la NASA y el telescopio de rayos X MAXI de la Agencia Espacial Japonesa (JAXA).
Según han explicado los autores del trabajo, publicado en 'Astronomy & Astrophysics', estaban estudiando una galaxia diferente cuando notaron una brillante llamarada de rayos X proveniente de otra ubicación en el mismo campo de visión. Fue entonces cuando, usando XMM-Newton, se estableció el origen de ese brillo en NGC 4845, una galaxia en la que nunca antes se había detectado altas energías.
"La observación fue completamente inesperada, ya que era una galaxia que ha estado tranquila durante, al menos, 20-30 años", ha explicado uno de los investigadores, Marek Nikolajuk.
Mediante el análisis de las características de la erupción, los astrónomos pudieron determinar que la emisión provenía de un halo de materia alrededor del agujero negro central de la galaxia, que desgarró un objeto de entre 14 y 30 masas de Júpiter y lo engulló. Este rango de tamaño se corresponde con las enanas marrones, objetos subestelares que no son lo suficientemente masivas para fusionar hidrógeno en su núcleo y encenderse como estrellas.
Sin embargo, los autores señalan que podría haber tenido una masa aún más baja, sólo un par de veces la de Júpiter, situándose en el rango de los planetas gaseosos gigantes. Por su parte, el agujero negro en el centro de NGC 4845 se estima que tiene una masa de alrededor de 300.000 veces la del Sol.
Estudios recientes han sugerido que la libre flotación de masa planetaria, de objetos de este tipo, se puede producir en grandes cantidades en las galaxias. Serían objetos expulsados de sus sistemas solares padres por las interacciones gravitacionales.
"Esta es la primera vez que hemos visto la interrupción de un objeto subestelar por un agujero negro", ha añadido otro de los autores, Roland Walter. El investigador ha explicado que se estima que "sólo las capas exteriores del objeto fueron devoradas por el agujero negro, lo que asciende a cerca del 10 por ciento de la masa total del cuerpo. Mientras, su núcleo, más denso, se ha quedado en órbita alrededor del agujero negro.
Los expertos han señalado que se espera un evento como este en el agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea, tal vez este año. Si bien no hay enanas marrones o planetas en el 'menú' en esta ocasión. Los científicos han explicado que una nube de gas compacto, que asciende a unas pocas veces la masa terrestre, se ha visto en espiral hacia el agujero negro y se prevé que llegue su destino en breve.