Cuando parece que Juan va a morir, don Anselmo llega con el juez y los guardias suficientes para detener al boticario y sus esbirros.

Ante la insistencia de Pepa por ver a Fernando, Olmo le confiesa el parentesco que les une.

Olmo y Francisca deciden acelerar los planes de boda. No quieren dar a Soledad la oportunidad de arrepentirse.

Juan y Soledad aceleran sus propios planes de huida. Son conscientes de que tienen poco tiempo. Olmo echa en cara a Soledad que no se esfuerce lo suficiente con Fernando.

Cuando parece que la complicidad entre Alfonso y Adolfina le va a hacer perder los nervios, Emilia reacciona justo de la forma opuesta.

Pepa arrebata el quinqué a Gregoria. Cuando llega Tristán la situación se presta a malentendido. Tristán hace un regalo a Pepa que simboliza su amor y fe incondicional. Gregoria lo presencia.

Gregoria está a punto de arrojar la toalla cuando Francisca le propone participar de su plan para eliminar a Pepa.