Susi Salas pelea, casi en solitario, desde hace años por recuperar a sus tres hijos. El que era su marido, un argelino de nombre Jamal Mabrouk, se los llevó ilegalmente desde Inglaterra, donde vivían, hasta su lugar de nacimiento, un remoto pueblo del interior de Argelia. Desde entonces, las visitas de Susi a sus hijos son una verdadera pesadilla, pues cada vez que acude recibe palizas y vejaciones.

Espejo Público ha logrado hablar con Jamal para conocer su versión de lo que sucede con sus hijos y con su exmujer. Asegura que tiene miedo de que Susi acuda a su casa e intente secuestrar a sus hijos. "Me levante y ví a mi mujer acompañado por dos personas. No me había dicho que fuera a venir. Me puse nervioso y avisé a mis vecinos y a mi familia y les capturamos", así intenta explicar la agresión que sufrió tanto su exmujer, como los dos reporteros de Equipo de Investigación que habían acudido a su casa para entrevistarse con ellos".

Por otro lado, dice a los micrófonos de Espejo Público que solo permitirá a Susi ver a sus hijos, según determine una sentencia del juez. "Fuera de eso, ya no confío en mi mujer. Puede traer a gente y secustrar a mis hijos", dice.

"Mi marido miente más que respira", responde Susi en nuestro plató. "No es más que una excusa para intentar lavar su imagen ante lo que se ha publicado en los medios. Él quiere darle la vuelta a su imagen".

En cuanto a los hijos de Susi, Jamal puso la condición de que solo podíamos hablar con ellos en árabe, de tal manera que él pudiera controlar todo lo que nos contaban. Su padre les ha pedido que cuiden cada detalle de la ropa y el peinado. Quiere que den buena impresión.  Los niños han aceptado nuestra entrevista. Saben que así los verá su madre y por ella les preguntamos. Primero a Samara, la mayor, de 15 años. "Es mi madre, la echo mucho de menos. Me gustaría verla más tiempo. Estar con ella y que todo se solucionara", confiesa.

Sorprendentemente, la niña no lleva cubierta la cebeza con el Hiyab, el velo islámico pues su padre la obliga a llevarlo habitualmente. La niña se muestra fría cuando le preguntamos sobre la relación con su padre, él le marca la respueta. "Le tengo respeto. La relación con mi padre es normal, como la que tienen todas las chicas de mi edad". 
Al niño también le preguntamos y nos dice que quisiera estar más con su madre "Yo quiero ver a mi madre, me gustaría estar más con ella".