Era el último adiós de la mujer que le ha acompañado durante casi 30 años.
Hacia la una de la tarde, el féretro con los restos mortales de Miguel Boyer entraba en el cementerio de San Isidro.
Una hora antes, se había oficiado una misa funeral en el tanatorio. Una ceremonia íntima, como quería la familia. La viuda llegaba acompañada de su madre que había volado desde Filipinas.
Laura y Miguel, los hijos de su anterior matrimonio también han estado igual que Ana Boyer, acompañada de su novio, el tenista Fernando Verdasco.
Hasta aquí se han acercado los amigos más cercanos. No ha querido faltar Borrel, quien le acompañó, como secretario de Estado, durante su mandato al frente del superministerio. Ana Botella, la alcaldesa de la ciudad, ha destacado de Boyer que era un economista con tendencias liberales.
Boyer tenía 75 años, falleció a causa de una embolia pulmonar después de luchar durante casi dos años contra las secuelas de un derrame cerebral.