Conrado la hace desistir de su idea: dinamitar la cárcel no es la solución. Sea como sea, Aurora jura que no se rendirá.
Terence y Soledad insisten en pedirle ayuda, pero Francisca está muy ocupada con la llegada de Fulgencio y lo único que les aconseja es que culpen a un tercero para evitar que las consecuencias recaigan sobre ellos. Lógicamente, esa es una solución que el matrimonio no se plantea. Soledad está resignada a su suerte. Simón le ofrece sus billetes para que huya con Terence.
Lesmes vuelve a tender puentes con Aurora… estas deben ser las instrucciones de Jacinta entonces.
Nicanora se queja ante Dolores pero ésta toma partido por su nuera y la defiende acaloradamente. Momento tierno entre el matrimonio. Quintina está muy enamorada y confía ciegamente en Hipólito.
María y Gonzalo se cruzan con Francisca, que no quiere ni mirar a la niña.
Tula les pide a los hermanos que la ayuden a limpiar la chimenea y se queda sin habla al ver los lunares en Aurora y en Gonzalo.