Alfonso pena por Emilia pues el romance de la joven con Severiano pasa por su momento más dulce, todo son buenas palabras y carantoñas, y se respira amor en la Casa de Comidas.
Por el contrario, Juan encaja estoicamente que su relación con Soledad ha llegado a su fin.
Por su parte, Francisca trata de sonsacar información a Pedro acerca de su venta, le resulta inquietante el interés que pueda tener nadie en las tierras yermas del alcalde.
Mientras, Tristán cede parte de sus labores a Soledad, pero ella no está conforme con la parte que le toca.
Por otro lado, Sebastián se volverá a poner al frente de la conservera, lugar que nunca debió dejar.
Y, entre tanto, Pepa decide acceder a las demandas que Carlos le ha hecho por carta y mantiene una conversación con Tristán que suena a despedida. A regañadientes Pepa acepta que Raimundo la acompañe de incógnito en su cita con Carlos. Pero cuando llega al lugar Pepa no verá a nadie, aparentemente, pero unos ojos la vigilan.