Augusto ha conseguido los galones que necesitaba Valeria. Esto propicia un acercamiento en la pareja. Esa noche hacen el amor. Diego, haciendo caso de los consejos de Elena, denuncia a Augusto.
Pelayo decide abandonar el Hostal y volver a El Asturiano. Se presenta en el bar y mantiene una conversación muy sincera con Pelayo y pone sus condiciones para regresar. Cuando le pide el mandil a su hijo para empezar su trabajo detrás de la barra, aparece Alfredo, el nuevo camarero que le pregunta a Pelayo que desea tomar.
Pilar reprocha a Samuel que no se haga cargo del hijo que le ha hecho a Maite. Samuel reacciona: acude al hostal, se declara a Maite y le pide matrimonio.
Román y Marina rompen de manera amistosa, es ella la que toma la iniciativa y él decide poner tierra de por medio porque todavía sigue enamorado de ella.