Reseñas falsas
La tiranía de las reseñas: una frase que puede acabar con un negocio
El Ministerio de Consumo planea prohibir las reseñas cuyo usuario no acredite que ha estado en el local. Comprobamos que hay páginas que venden reseñas. Más de la mitad de los españoles confiamos en estas valoraciones para elegir restaurante
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“El dueño es un maleducado”, “comida fría y escasa. El cazón adobado chamuscado e incomible”, “de los peores lugares donde he estado…” ¿Pertenece a ese 60% de ciudadanos que recurren a las reseñas en Internet para elegir restaurante?, ¿Entraría en uno de los referidos en los comentarios anteriores? Evidentemente las opiniones son libres, pero ¿Qué ocurre si, quien ha escrito dichas reseñas no ha llegado a consumir, o si nunca ha estado en ese lugar, o si lo que afirma es una acusación falsa y producto de un “calentón”? El Ministerio de Consumo quiere poner coto a esas “reseñas falsas”. Esto indica, obviamente, que hasta ahora se pueden publicar con total impunidad.
“Un móvil es como un arma”
Ricardo tiene un restaurante en Redondela. Un lugar idílico que ha pensado incluso en traspasar por la presión de las reseñas: “mostrar el móvil y decir: te voy a poner una reseña, es como el que entra en un establecimiento y dice: o hacen lo que les digo o saco el arma”. Su hija Camila ha sufrido incluso ataques de ansiedad por determinadas reseñas que considera injustas, como la que nos muestra y en la que les acusan de haber rechazado a un grupo de personas con discapacidad: Hemos bajado de una puntuación de 4,2 a 3,9. Eso significa un impacto económico y me afecta en la salud”. Para Camila las reseñas se han convertido en una forma de amenaza.
“Cualquiera puede poner una reseña sin haber estado allí”
Jesús, más conocido como “Soy camarero” asegura recibir decenas de denuncias de hosteleros cada día. Propone medidas para controlar esta “fiebre”: para publicar una reseña dice, habría que mostrar el recibo: “una reseña, un ticket. Que no vengan luego veinte amigos a reseñar. O un código QR, algo que verifique que al menos has estado ahí.”
Compra de reseñas
¿Y qué pasa cuando las reseñas son “demasiado” positivas? Un joven nos confirma que a él le han ofrecido consumiciones a cambio de buenas valoraciones. Reconoce haberlas publicado incluso aunque el local dejara mucho que desear. Llega a nuestro poder una captura de mercadeo de reseñas: “10 reseñas por 60 euros”. Y si se pueden comprar, ¿Cuál es su valor? Se estima que en torno al 30% de las reseñas son falsas. Reseñas falsas que ensalzan o que hunden. Marta, consultora gastronómica lo tiene claro: “cuando estás posicionado es muy complicado volver a remontar, a ganar los clientes que ya se han perdido”.
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