Juan José casi podía pilotar un avión. Ha viajado cerca de 400 veces a Inglaterra en los últimos años para poder estar con su hijo. Es un bombero del parque de Paterna, en Valencia, que un buen día se separó de su mujer. Ella decidió regresar a su país y llevarse al pequeño de ambos con ella. La ley de custodia compartida no existía en aquel momento y Juan José tuvo que denunciar a su pareja por secuestro internacional. Al final, y después de 40 juicios, ha logrado un régimen de visitas para ver a su hijo aunque para ello deba viajar hasta Inglaterra cada 15 días.
"He dado carta de normalidad a algo que no es normal", asegura. "Si no hago este esfuerzo, mi hijo se hubiera quedado sin padre". Juan José gasta de media 1.100 euros al mes en viajar hasta las islas británicas para estar con su pequeño. Confía en que cuando sea mayor de edad, su hijo quiera trasladarse a vivir a nuestro país. "Llevo haciendo esto casi 10 años porque tengo un hijo maravilloso", confiesa.