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El hogar y los hijos, cosa de mujeres

Siete tareas en las que tu pareja “no te ayuda”

Confieso que cada vez que oigo a una mujer decir “mi pareja me ayuda mucho en casa” me salen granos por todo el cuerpo. Considero que debemos ser las primeras que cuidemos el lenguaje porque ese “me ayuda mucho en casa” viene a significar que todas las tareas de la casa, incluyo también los hijos, son cosa tuya, por el hecho de tener doble cromosoma X.

Madre e hija

Madre e hijaiStock

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Y que son tu responsabilidad pero él, en un gesto magnánimo, te ayuda, se presta a echarte una mano porque es así de generoso. Pero la tarea es tuya, ¿eh?

Pues no amigas, no. Las tareas domésticas y el cuidado de los hijos son cosa de los dos y nadie ayuda a nadie sino que ambos deberían hacerlas repartidas de forma justa (y ahí están las cifras de la OCDE para demostrar que somos nosotras quienes seguimos asumiendo la mayoría). Porque en cuestión de tareas hay muchas en las que él sigue “ayudando poco”. Ahí van unas cuantas:

- La agenda del colegio/guardería: es la forma de comunicarse con los profes. Las faltas, las actividades extraordinarias, qué ha comido o qué no ha comido, el anuncio de fiestas y de que tienes que preparar un disfraz… ¿Quién se suele encargar de responder los mensajes o de avisar que será el abuelo quien recoja al niño? Tú, querida mía, porque él llega tarde de trabajar.

- La organización de cumpleaños y demás fiestas: alguien debe pensar que a las mujeres habitualmente nos encanta encargarnos de estos temas y habrá de todo, no digo que no, pero la gran mayoría intentamos organizar estos temas como buenamente podemos, haciendo un encaje de bolillos con el resto de la agenda. Que si los preparativos, que si elegir el sitio, que si los regalos, que si las invitaciones… un dolor de muelas que claro, como tú eres quien tiene el resto de teléfonos de mamás o papás (que han llegado a tu teléfono por intervención divina), pues te encargas tú. ¿Verdad?

Pareja limpiando platos
Pareja limpiando platos | iStock

- Las visitas al médico: cuando los niños son pequeños, hasta los 4/5 años, las visitas al médico, sobre todo cuando llega el frío, son habituales. No hay mes en el que no te toque salir corriendo para visitar al médico. ¿El padre no va? Reconocemos que cada vez son más los padres, en masculino, que van a la consulta del médico pero chicos, hay que reconocerlo: hay mayoría de mamás. Y eso no es justo.

- Las visitas al cole: no suelen ser muchas, dependiendo de si surgen problemas o no, pero también suelen recalar en tu agenda.

- Las cenas: ¿qué cenamos esta noche? ¿y el resto de noches de la semana? Porque durante el fin de semana hay que organizarse, a diario no da tiempo a pensar menús ni prever cenas… ¿A quién le toca también esta tarea? Pues a ti, querida mía. Y es que, aunque trabajes fuera, la repartición de tareas en el hogar está en pañales en nuestro país. La repartición de esas tareas y todo el esfuerzo mental que hay detrás de ellas, también.

- Las salidas al parque: miren en los parques, se diría que casi todos los niños son hijos de madre soltera. Sí, también hay papás (pasa como con la consulta del médico, hay que reconocer que cada vez más) pero queda mucho por hacer… Y es que como decía el protagonista masculino en aquel genial chiste de Forges: “voy a esperar media hora más antes de salir de la oficina, así, cuando llegue a casa, los niños ya están bañados”.

- La organización de los armarios: se suele decir, aunque no queremos caer en los tópicos, que los hombres no encuentran nada en los armarios. “Cariño, ¿dónde están los calcetines?”. Donde han estado siempre. ¿Te suena, verdad? Pues la organización de los armarios de los más pequeños y el cambio de ropa de verano a invierno también te toca a ti. ¿Qué por qué? Porque sí, será que tienes mayor capacidad organizativa o que sabes colocar por colores.

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