Nace la cerveza de vino, fusión de dos placeres

La cosa es tan sencilla como compleja: a una receta base de cerveza se le añade el mosto de la uva, lo que confiere a la criatura un sabor complejo y característico, mezcla de cerveza y vino. Este proceso comenzó en 2012 de la mano de la bodega Palacios Vinoteca y la compañía cervezera Ceriux, dando lugar a diversos productos que han culminado hace pocos meses con la elaboración de la llamada Cerveza de Vendimia, cuyo nombre lo deja claro: una cerveza mezclada con uvas típicamente riojanas, concretamente Tempranillo en tinto y Viura en blanco.

Los padres de la criatura han dedicado a Cerveza de Vendimia largas investigaciones, ya que durante las vendimias e 2014 se realizaron numerosas pruebas con diversas temperaturas, grados y niveles de acidez, así como con diferentes tipos de uva, y se concluyó que la mejor para la cerveza negra era la Tempranillo y para la rubia la Viura.

El resultado de esta fusión entre vino y cerveza, disponible en botellas de 375 y 750 ml, es la Cerveza de Vnedimia Tempranillo, una birra artesana compleja y fresca, con buena acidez aportada por la uva de vendimia, y con un final persistente. Elaborada a partir de malta de cebada, trigo, malta de trigo, uva y lúpulo, dicen sus creadores que es un brebaje que marida a las mil maravillas con carnes blancas y arroces, parrilladas de verduras y ensaladas templadas, así como con una tabla de quesos.

Por su parte, la Viura es una cerveza de color amarillo dorado profundo, que en boca es seca y refrescante, con una acidez característica que procede, precisamente, de la propia uva. Elaborada íntegramente de forma artesana, esta cerveza es ideal para acompañamiento de aperitivos y pinchos, deliciosa con el foie e ideal para tomar con el postre, especialmente, aseguran sus creadores, con una tarta de manzana.

Esta Cerveza de Vendimia es, pues, la joya de la compañía Ceriux, que elabora desde hace años cervezas artesanas de la máxima calidad. Para ello, utilizan agua de un manantial de la cuenca alta del río Iregua, situado en un entorno de gran valor ecológico rodeado de hayas y robles, y, desde el principio cuentan con el mosto de la uva como hecho diferencial