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¿Se está lavando bien los dientes?

Consejos para la correcta higiene bucal de tus niños

Siempre es importantísimo lavarnos bien los dientes, pero tras fechas de muchos dulces, más importante aún. ¿Sabes si lo estás haciendo bien con tus hijos? ¿Si usas la pasta dental correcta? Resuelve todas tus dudas aquí.

Niña lavándose los dientes

Niña lavándose los dientesiStock

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Primero: ¿sabes qué es la caries dental y el problema que supone?

La caries dental es una enfermedad crónica. Sí, la más frecuente de la edad infantil. Es una enfermedad azúcar-dependiente. Seguro que habrás visto alguna. Se destruye una zona del diente, debido a los ácidos de las bacterias de la placa que hay en las superficies de los dientes.

A pesar de que los dientes de leche se vayan a caer, el que un niño tenga caries tan pequeño, predispone a tener caries cuando sea mayor. Ahora mismo es un problema de salud pública tremendo. Las caries duelen (y no poco) y el niño puede tener infección en la zona. Todo eso ocasiona una serie de visitas al pediatra, odontólogo y urgencias, con el coste que supone.

¿Qué facilita el desarrollo de caries?

1.Los más importantes: poca higiene dental y el consumo frecuente de azúcares.

2.Otros factores que pueden influir son:

3.Colonización temprana de bacterias en la boca.

4.Placa bacteriana visible.

5.Caries anteriores.

6.El que los padres tengan bajo nivel socioeconómico o pocos conocimientos de salud bucal.

7. El que el niño siga usando biberón o tome pecho por la noche sin una higiene adecuada.

¿Quién es el encargado de las bocas de los pequeños de la casa?El odontopediatra, el odontólogo de los niños. Es importantísimo acudir a revisiones lo más precoz posible, a ser posible antes de su primer cumpleaños. Estamos hablando de prevención, no de ir cuando ya veamos la caries.

Otro pilar fundamental, la higiene. ¿Cómo lo hacemos?

Bebé lavándose los dientes
Bebé lavándose los dientes | iStock

Ojo al dato, recuerda que el cuidado de la boca de nuestros hijos es NUESTRA responsabilidad como padres. Por lo menos hasta que el niño tenga habilidad suficiente, que suele ser sobre los 7–10 años. A partir de ahí nuestra misión es supervisar el cepillado nocturno.

1. ¿Qué hacemos en los bebés desde el nacimiento? Aunque aún no tenga dientes, hay que limpiar-masajear las encías. Una vez al día, con una gasa o un trocito de tela húmeda o un dedal de silicona.

2. Cuando ya salga el primer diente de leche empezaremos a limpiar los pocos dientes que tenga con pasta mañana y noche. Puedes seguir con la gasa o el dedal de silicona, si no, usa un cepillo de dientes de bebés. ¿La pasta? No te fijes en la edad recomendada, lo importante es la cantidad de flúor. Hace unos años cambiaron las recomendaciones, pero no el etiquetado. Dale la vuelta al tubo, busca que ponga 1000 ppm (partes por millón) de flúor. A esta edad usamos la cantidad de medio granito de arroz, muy, muy poquito.

3. En niños entre 1 y 3 años ya sólo usamos cepillo para que se laven. ¿La pasta? La misma, 1000 ppm de flúor. Aumentamos la cantidad a un grano de arroz. Cuando ya salgan las últimas muelas deberíamos pasar el hilo o arco dental entre todos los dientes antes de ir a dormir.

4. En niños entre 3 y 6 años, el odontopediatra será quien os indique si seguís con pasta de 1000 ppm o aumentamos a 1450 ppm de flúor. ¿Cantidad de pasta? Como un guisante.

5. A partir de 6 años como los mayores, pasta dental de 1450 ppm de flúor, tamaño un guisante.

Pastas de dientes de menos de 1000 ppm de flúor han demostrado que no valen para nada. Evítalas. Dale la vuelta al tubo y no te fijes en la edad “recomendada”.

Después del cepillado hay que escupir los restos de pasta, SIN enjuagarse con agua. Si nos enjuagamos perdemos el efecto tópico del flúor. No tengas miedo, para que tu hijo se intoxique se tiene que tomar un tubo entero de golpe. No se lo dejes a su alcance.

¿Qué más podemos hacer?

1. Evita azúcares refinados (zumos industriales, bebidas azucaradas, yogures líquidos, chuches, bollería industrial, galletas…).

2. Nunca, mojes el chupete en nada azucarado.

3. Evita biberones de bebidas azucaradas.

4. Evita que tu hijo se quede dormido con el biberón de leche en la boca.

Con pequeños gestos podemos mejorar mucho la futura sonrisa de nuestros hijos.

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