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RUEDA DE PRENSA TRAS RECIBIR EL ALTA HOSPITALARIA

Teresa Romero: "Si con mi sangre se puede curar, aquí estoy hasta quedarme seca"

Teresa Romero ha recibido el alta hospitalaria tras 30 días ingresada en el Carlos III. En una rueda de prensa, la auxiliar de enfermería ha asegurado que "cuando me veía morir, me aferraba a mis recuerdos". Reconoce que "no sé qué falló, o si falló algo" y ha tenido palabras de agradecimiento !a los miles de mensaje de aliento" que ha recibido.

Teresa Romero, la primera infectada por ébola en Europa, ha recibido el alta hospitalaria después de pasar 30 días ingresada, 25 de ellos en aislamiento.

El equipo médico que ha atendido a Romero este tiempo ha concedido una rueda de prensa un par de horas antes que ella, ha asegura que "podrá hacer una vida totalmente normal sin rastro del virus".

Durante su comparecencia, Romero, que ha sido recibida con aplausos por todos sus compañeros y por los periodistas allí presentes, ha tenido que mantener las lágrimas antes de empezar a hablar.

"Estoy aquí para daros las gracias, aún estoy muy débil, por lo que me vais a permitir que os lea, quiero recuperar mi tranquilidad e irme cerca de mi familia a la que tanto tengo que agradecer". Así ha comenzado la carta que Romero tenía preparada.

"Los míos me han hecho luchar por seguir en este mundo, doy gracias a Dios y a Santiago Apóstol por devolverme la vida", ha continuado Romero, quien tras ello ha querido dar las gracias a médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería, celadores, personal de limpieza y de seguridad, quiene "han demostrado que tenemos la mejor sanidad del mundo, personales abnegados que pese a la nefasta acción política son capaces de obrar milagros".

En una emotiva rueda de prensa, que ha sido interrumpida por los aplausos de los presentes, ha asegurado que "cuando me veía morir me aferraba a mis recuerdos, a mi familia, a mi marido, al que adoro (...) que con sus dosis de paciencia y cariño, me aupaban para salir adelante".

Romero ha dicho que se ofreció voluntaria para tratar al padre Miguel Pajares y Manuel García Viejo y ha subrayado que "es una enfermedad que no ha importado al mundo occidental hasta que ha llegado aquí".

"No sé qué falló, ni siquiera sé si falló algo", ha reconocido Romero, "pero si mi contagio sirve para algo, o mi sangre para curar a otras personas, aquí estoy".

Ha recordado a la hermana Paciencia, quien le donó su sangre, y ha asegurado que "estoy deseando darle un gran abrazo, nunca le estaré lo suficientemente agradecida".

Asimismo, ha repetido que "si con mi sangre se puede curar, aquí estoy hasta quedarme seca".

También ha tenido palabras de agradecimiento "a los miles de mensajes de aliento", a todos quien con un mensaje en Twitter, en los medios de comunicación o por carta, "nos han apoyado". "Mi agradecimiento al personal sanitario del hospital de Alcorcón y por supuesto al del Carlos III, sin cuyo apoyo, esfuerzo e inmensas dosis de cariño no habría sido posible salvar mi vida".

Por último, ha remitido a sus abogados a partir de ahora, quienes serán su portavoz.

En nombre de su mujer, Limón ha dicho que tiene "un recuerdo inolvidable" de su perro Excálibur, al que consideraban como el hijo que nunca tuvieron, algo que los que tienen mascotas entenderán.

Ha agradecido a la familia amante de los animales que ha apoyado con la causa de Excálibur, una ayuda que fue "estéril", ya que, ha apuntado, "a nadie le importó lo relevante" que era el animal para una familia sin hijos.

"Excálibur fue ejecutado sin darnos si siquiera la oportunidad de alegar", ha subrayado Limón, quien ha lamentado que se haya perdido la oportunidad científica de ver el desarrollo de la enfermedad en los animales y verificar si éstos son capaces o no de transmitirla.

El marido de Romero ha resaltado que ni siquiera se comprobó que Excálibur estuviera afectado.

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