No se reporta caída de ceniza, aunque sí se percibe un leve olor a azufre en las comunidades cercanas, indicaron las autoridades, que estiman que el volcán Poás podría generar más erupciones en un corto plazo. "El volcán se mantiene con erupciones pequeñas frecuentes y de corta duración", explicó el Ovsicori.
El coloso ha registrado erupciones freáticas con lanzamiento de ceniza y gases, y una de ellas alcanzó una altura estimada de dos kilómetros sobre el nivel del cráter, lo que no se veía en los últimos años.
El volcán Poás es visitado anualmente por miles de turistas, quienes son atraídos por su cercanía a San José, su laguna de agua turquesa y su gigantesco cráter, que se ubica a unos 350 metros de profundidad.
El Parque Nacional Volcán Poás estará cerrado hasta que las autoridades confirmen que la actividad del coloso ha disminuido y no representa una amenaza para los turistas.
El Ovsicori informó que desde inicios de 2017 se ha observado un "aumento sustancial" en la actividad sísmica, en la tasa de emisión de gases magmáticos y vapor de agua, así como un "nivel importante" de deformación en algunas partes del cráter.
Otro volcán con importante actividad en Costa Rica es el Turrialba, que desde octubre de 2014 ha presentado numerosas erupciones de ceniza y constante emisión de gases.
El Turrialba, ubicado en la provincia de Cartago, también está en la cordillera volcánica central de Costa Rica, a unos 60 kilómetros al noreste de la capital.