Publicidad

Quince personas, entre ellas nueve extranjeros, han muerto hoy en un atentado en el café Argana de la plaza Yemá el Fna de la ciudad de Marrakech, y en el que una veintena resultaron heridas. El atentado de hoy es uno de los más importantes en cuanto a el número de víctimas mortales de los últimos 17 años. El Gobierno marroquí trabaja con la hipótesis de que el atentado haya sido provocado por un kamikaze.

Al menos seis franceses y un británico estarían entre las víctimas, según fuentes consultadas por el diario galo 'Le Figaro' y la información difundida por la televisión estatal marroquí. Parece ser que dos de los franceses fallecidos son una pareja originaria de Marsella.

Previamente, el Ministerio del Interior había informado de que al menos 16 muertos y 20 heridos "de diversas nacionalidades" en la explosión registrada en un café 'Argana' en la plaza central Yemá el Fna de esta turística ciudad marroquí y ya había apuntado a que los primeros indicios apuntaban a un "acto criminal".

Según un fotógrafo de Reuters presente en el lugar, la explosión se produjo en una cafetería abarrotada de gente. Fuentes oficiales marroquíes indicaron a la agencia que entre los fallecidos figuran "clientes y empleados del café". Asimismo, un responsable había apuntado al estallido de bombonas de gas como causa del siniestro, pero esta versión parece haber quedado descartada con el último comunicado oficial.

Las causas de lo sucedido son aún confusas, y por ahora se baraja la opción de que un terrorista suicida hubiera detonado el explosivo en el interior del café, o de que un joven hubiera dejado una mochila dentro del local y lo hubiera abandonado antes de la deflagración, según informó una radio local, citando a testigos presenciales.

El rey Mohamed VI, a quien la explosión sorprendió en la ciudad de Fez, donde presidió un Consejo de Ministros, instó a informar a la opinión pública de las conclusiones de las investigaciones", según un comunicado del Gabinete Real difundido por la agencia oficial de noticias MAP.

Tras el Consejo de Ministros, una delegación gubernamental marroquí encabezada por Cherkaui y Naciri se desplazó a la plaza Yemá El Fna y después a los hospitales donde se encuentran los heridos.
Asimismo, el monarca, que expresó su pésame a las familias de las víctimas, comunicó que correrá con los gastos de los funerales de los fallecidos.

A últimas horas de la tarde, la policía marroquí mantenía bloqueadas las inmediaciones del café donde se produjo la explosión, mientras que efectivos de la policía científica seguían recogiendo indicios sobre la autoría del atentado.

Sin embargo, pese a lo sucedido, el resto de la plaza había retomado ya su actividad habitual y las calles adyacentes de la medina volvían a estar concurridas por turistas y comerciantes, según pudo constatar.
El de hoy es el atentado más importante en Marruecos desde el 16 de mayo de 2003, cuando una cadena de actos suicidas en la ciudad de Casablanca acabó con la vida de 45 personas, entre ellas cinco españoles.

Publicidad