Londres recordó con un multitudinario tributo a las 71 víctimas mortales del devastador incendio declarado el pasado junio en una torre residencial de la capital, al cumplirse 6 meses de una tragedia que todavía plantea interrogantes.
El incendio se propagó con una rapidez vertiginosa, lo que complicó sobremanera la evacuación del edificio y provocó que muchos residentes no pudieran abandonar sus apartamentos, con consecuencias fatales, dejando desoladoras escenas de pánico e impotencia, recogidas por los medios de comunicación.
Al margen de la pesquisa que actualmente lleva a cabo la policía, el pasado 14 de septiembre empezó una investigación oficial presidida por un juez para determinar las causas y responsabilidades en el incidente. La policía estableció que el incendio de la torre, donde residían personas con pocos recursos económicos, se desencadenó por un frigorífico defectuoso.
La primera ministra británica, Theresa May, el líder laborista, Jeremy Corbyn, y miembros de la realeza, entre ellos los duques de Cambridge y el príncipe Enrique, y el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles, asistieron al servicio celebrado en la Catedral de San Pablo, donde quedaron representados todos los credos.
Al emotivo acto estuvieron invitadas 1.500 personas, entre ellas familiares de las víctimas y supervivientes, muchos de los cuales siguen realojados en hoteles o viviendas temporales a la espera de que el ayuntamiento les asigne una definitiva, bomberos, miembros de los equipos de rescate y voluntarios. También acudió la cantante británica Adele, que ayudó activamente a los afectados tras producirse el suceso.
El memorial estuvo amenizado por varias formaciones musicales, entre ellas un coro de 30 niñas de un colegio musulmán.