[[RELATED El PSOE condena el asesinato Manifestación contra las tropas españolas 92 militares fallecidos en Afganistán Suecia investiga a Wikileaks por acoso WikiLeaks filtrará 15.000 documentos Nuevo contingente a Afganistán [[/RELATED Dos guardias civiles y su traductor -español de origen iraní- han sido asesinados este miércoles por un conductor de la Policía afgana en la ciudad Qala e Naw cuando estaban dando clase a un grupo de agentes de ese país, en lo que el Ministerio del Interior ha calificado de atentado terrorista premeditado. Los fallecidos son el capitán José María Galera Córdoba, de 33 años y natural de Albacete; el alférez Abraham Leoncio Bravo Picallo, de la misma edad y nacido en Vimianzo (A Coruña); y el traductor Ataollah Taefi Kalili, de 55, que residía en la localidad zaragozana de Cuarte de Huerva. Su presunto agresor, identificado como Ghulam Sakhi y que según fuentes de la investigación trabajaba como conductor del capitán de la Policía Nacional afgana en Qala e Naw, también ha resultado muerto cuando otros guardias civiles presentes en el momento del atentado han respondido a sus disparos.Los primeros datos recibidos desde Afganistán -facilitados en rueda de prensa por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba- apuntaban a que el agresor era el chófer del capitán Galera desde que éste llegó a Afganistán hace cinco meses, pero finalmente se ha comprobado que no es así y que no tenía relación con los miembros de la misión española. Según el relato ofrecido en rueda de prensa por el titular de Interior, los hechos han tenido lugar a las 6:20 horas de la mañana en la antigua base de Qala e Naw, en la provincia afgana de Badghis, cuando guardias civiles y militares españoles impartían una clase de formación a 47 miembros de la Policía afgana y Sakhi "abrió fuego con un fusil de asalto". Tras el tiroteo, ha añadido Rubalcaba, un grupo de ciudadanos afganos se ha acercado a las inmediaciones de la base y ha protagonizado un "intento de asalto" que ha sido repelido por miembros del Ejército afgano, que según fuentes de Interior es el responsable de la seguridad de las instalaciones. Estas fuentes han precisado, además, que el motivo del intento de asalto a la base ha podido ser la intención de los afganos de recuperar el cadáver del autor de la muerte de los guardias civiles. El ministro ha asegurado desconocer si tras lo sucedido están los talibanes -que en un comunicado se han atribuido la planificación del ataque y han asegurado que Sakhi estaba en contacto con ellos desde hacía dos meses-, pero no ha dudado en calificar lo ocurrido como un atentado terrorista premeditado. "Quien disparó sabía perfectamente lo que estaba haciendo", ha dicho Rubalcaba, que junto a la titular de Defensa, Carme Chacón, se ha reunido por la tarde para analizar los últimos datos sobre el atentado con el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán; el comandante del Mando de Operaciones, teniente general Jaime Domínguez Buj, y mandos de la Guardia Civil. La conclusión a la que han llegado es que tanto el asesinato de los guardias civiles y del traductor como los incidentes posteriores en el exterior de la base fueron premeditados y organizados por la insurgencia, han informado a Efe fuentes gubernamentales. Los dos oficiales fallecidos estaban destinados en el Centro de Adiestramientos Especiales de la Unidad de Acción Rural, con base en Logroño, y desde el pasado mes de marzo formaban parte de una misión de la OTAN para el entrenamiento y formación de la Policía afgana. Galera ingresó en la Guardia Civil en 2000 y había sido distinguido con dos Cruces al Mérito del instituto armado y una medalla OTAN, mientras que Bravo pertenecía al Cuerpo desde hace once años y le había sido concedida también una medalla OTAN. El relevo de ambos estaba previsto para el próximo 22 de septiembre. El director general de la Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez, han partido esta misma tarde hacia Afganistán para hacerse cargo de la repatriación de los cadáveres, que llegarán previsiblemente mañana a España.