El presidente del Parlamento Europeo, el socialdemócrata alemán Martin Schulz, ha asegurado esta tarde que la salida temporal de Grecia de la zona euro "no es una solución", y ha instado a los líderes del euro, que mantienen una reunión a lo largo de esta tarde, a encontrar una solución este mismo domingo.
Además, Schulz ha reconocido que hay países que defienden la salida del país heleno de la eurozona. "Creo que la mayoría de los primeros ministros quieren que Grecia se mantenga en la zona euro, pero en el Parlamento Europeo y en el Consejo europeo hay países que no piensan lo mismo", ha subrayado.
Los socios de la eurozona y los acreedores de Grecia calculan que necesita 12.000 millones de euros de manera urgente para afrontar pagos hasta mediados de agosto, a la vez que estima que para un tercer rescate Atenas podría necesitar entre 82.000 y 86.000 millones de euros.
Schulz, dijo que la Unión Europea "se está jugando su reputación internacional" con la gestión de la crisis griega, que llamó a solucionar "hoy mejor que mañana". Schulz, que dijo no haber vivido una situación parecida en toda su vida política, advirtió que "la UE se juega su credibilidad ante la comunidad internacional con el acuerdo con Grecia".
"Estamos hablando el futuro de millones de personas y la responsabilidad es de todas las partes", señaló Schulz, que pidió un acuerdo "hoy mismo" dada la "situación dramática que vive Grecia" y que "no puede esperar otra semana más".
"A diferencia de la canciller (alemana, Ángela) Merkel, yo creo que un acuerdo no es imposible", apuntó el también alemán presidente de la Eurocámara. Schulz, que fue invitado a intervenir al inicio de la reunión de jefes de Estado y Gobierno de la eurozona, apuntó que "una gran mayoría están a favor de mantener a Grecia en la eurozona", aunque sin querer señalar a ninguno en concreto.
El presidente de la Eurocámara apuntó que las dos grandes economías del euro, Alemania y Francia, "están trabajando por soluciones aceptables". Para Schulz, "aunque el eje franco-alemán es muy importante, no es lo único importante", en alusión a otras economías de la moneda única como Finlandia que podrían mostrarse reticentes a un acuerdo demasiado laxo con Atenas.
Se trata de la primera vez que el presidente de la Eurocámara es invitado a hablar en una cumbre con un formato distinto al de las tradiciones cumbres europeas a Veintiocho.
Según el portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, se trata de "un reconocimiento de que el PE es también el parlamento de la eurozona, como ya se vio cuando el primer ministro griego Alexis Tsipras eligió la cámara de Estrasburgo para debatir por primera vez con luz y taquígrafos sobre la crisis griega este miércoles".
"Es importante además que la cumbre se abra con la intervención de la persona mejor situada para hacer un llamamiento al diálogo y al esfuerzo de todas las partes para llegar a una solucione que beneficie a todos", añadió.