"Tras una evaluación de los expertos, hemos permitido las importaciones desde Holanda y Bélgica", anunció el jefe del Servicio Epidemiológico de Rusia, Guennadi Oníschenko, citado por las agencias rusas.
Las primeras importaciones autorizadas tras casi un mes de prohibición proceden de los países con los que Rusia ha mantenido conversaciones bilaterales sobre la seguridad de su producción.
El responsable ruso explicó que la decisión de permitir la entrada de productos de Holanda y Bélgica obedece a la "confianza que infunden sus laboratorios" y a la ausencia de enfermos en esos dos países.
Holanda es el principal exportador de verduras europeas a Rusia, con un 30 por ciento sobre un total de 2.500 millones de euros anuales, explicó Oníschenko. El funcionario sanitario advirtió de que en caso de reexportación de producción hortofrutícola de otros países las compañías holandesas y belgas serán "castigadas severamente".
Según Oníschenko, en la "lista de espera" se encuentran otros cinco países de los siete que ya han presentado la documentación requerida por Rusia: España, Polonia, Dinamarca, República Checa y Lituania.
El jefe sanitario, que no dio indicios de cuándo será levantado el veto a esos países, se mostró escéptico sobre la posibilidades de Polonia para volver pronto al mercado ruso. "Polonia no despierta confianza ya que suele reexportar mucha producción agrícola", aclaró.
Aunque Alemania aún no ha presentado la documentación, Oníshenko dijo que seguramente los suministros desde este país no serán autorizados por ser el foco de la infección. "Lamentablemente, la situación en Europa aún no está bajo control", dijo Oníschenko, al destacar que al día de ayer ya eran cerca de 3.900 los contagiados por la bacteria "E. coli".
El acuerdo marco para levantar el veto fue alcanzado el pasado 10 de junio en la cumbre de los líderes de Rusia y la Unión Europea celebrada en la ciudad rusa de Nizhni Nóvgorod, donde se precisaron las condiciones que debían cumplirse para que se suspendiera la prohibición, impuesta el pasado 2 de junio.
Para permitir la entrada de las hortalizas europeas Rusia impuso dos condiciones: presentar certificado de origen de cada cargamento y la lista de entidades reguladoras nacionales que garanticen que los productos no están contaminados con la bacteria "E. coli".
La causa del veto fue el brote infeccioso iniciado en Alemania que ya se ha cobrado más de 40 muertos. Las primeras medidas restrictivas aplicadas por Rusia afectaron a las hortalizas de España y Alemania debido a las falsas informaciones de las autoridades alemanas sobre el origen de la infección, que en un primer momento se atribuyó a los pepinos españoles.
La prohibición de la entrada de suministros españoles y alemanes fue dictada el pasado 30 de mayo, veto que tres días más tarde fue ampliado a toda la Unión Europea. El jefe la misión de la UE en Moscú, el español Fernando Valenzuela, se mostró sorprendido por las declaraciones del jefe sanitario ruso.
"Las sanciones fueron levantadas para todos los países la semana pasada, cuando se firmó el acuerdo", dijo a Valenzuela, quien destacó que no se trata de asuntos bilaterales, sino de "un acuerdo entre Rusia y la Unión Europea".
Explicó que se necesita tiempo para que los cargamentos con la documentación acordada lleguen hasta las fronteras de Rusia. "Por lo visto, han llegado cargamentos de Holanda y Bélgica.
Cuando llegue uno de España, Onischenko dirá que han levantado las sanciones contra España", dijo. El embajador de la UE subrayó que "si llega un cargamento con la documentación acordada, tiene que entrar, porque ése es el acuerdo".
